Saviano sobre Falcone, un libro para entender la magnitud de una renuncia por espíritu de servicio
Érase una vez Sicilia, el lugar donde la mafia se ensañaba con los servidores del Estado que el Estado no lograba proteger. En los años setenta, Michele Reina, Piersanti Matarella, Pio La Torre, se habían quedado solos en la batalla política en que estaban metidos, hasta convertirse en víctimas señaladas de los mafiosos. Como lo fue el juez que primero investigó a la organización criminal, Cesare Terranova. O Carlo Alberto dalla Chiesa, el general de los carabinieri que la combatió. Más tarde, en los noventa, caerían Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.
En aquella guerra, los buenos tenían razones para sentirse abandonados frente a los malos. Falcone poseía un gran sentido del Estado pero, a su vez, albergaba sobre ello elevadas dosis de es...