El estriptis de Fernando Savater
En pleno centro histórico de Madrid, a unos pasos de la Puerta del Sol y del Congreso, permaneció incrustado durante décadas El Garabatu, un chigre asturiano donde se degustaban los clásicos de la gastronomía regional en un ambiente típico, que ayudó a los oriundos a calmar la nostalgia que brotaba en la distancia y a los curiosos les hacía disfrutar los sabores de la patria querida. Era uno de los destinos preferidos de Fernando Savater en la gran capital. El orondo filósofo donostiarra, de ojos vivarachos, mente rápida, palabra fácil y un poco cascarrabias, acudía con frecuencia en compañía de una amante. Tenía predilección por el pote y se sentía atraído por el nombre de otro plato. Desde entonces, tuvo en la cabeza la idea de escribir un libro de política que se titulara "Carne goberna...