«Puedo decir que me enfrenté con Federer y encima le gané»
Este año ha sido ya de despedidas. He jugado muy pocos. Barcelona y Madrid, sitios muy especiales. No había vuelto a jugar hasta noviembre, seis meses que había estado totalmente fuera, ha sido el tiempo para asimilar la nueva vida que iba a tener. Me hacía especial ilusión cerrar aquí el círculo.
¿Fue la despedida soñada?
Era la despedida soñada, de verdad, porque era consciente que no iba a ganar el torneo, y no me servía de nada ganar un partido. Perder contra Landaluce, un chaval que va a ser el futuro...