Rodri, el antifutbolista líder del City campeón y de la España ganadora
A menudo, cuando se cierra una puerta se abre una ventana. En el caso de Rodrigo Hernández fue así, porque el verano de 2013, cuando el madrileño contaba con 16 años, el Villarreal le hizo una atractiva oferta y abandonó un Atlético que tampoco le prestaba mucha atención porque no terminaba de pegar el estirón. Estaba lejos del 1,91 que mide ahora, pero apuntaba a mediocentro de despliegue, o al menos eso vieron desde el Villarreal en aquel chaval discreto y trabajador.
Llegó a Castellón, donde comenzó a brillar en los juveniles llamando la atención de Marcelino, quien le hizo debutar con el primer equipo. Entonces Rodri se matriculó en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Jaume I de Castellón, y le compró a una señora u...