Al Polo Sur en bicicleta
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Para un enamorado del ciclismo, para el joven corredor que disfruta yendo en bici, no hay nada mejor que conseguir un objetivo imposible para muchos, la mayoría, hacerse profesional y encontrar un hueco en el pelotón de las figuras del pedal. Pero muchas veces lo sueños se desvanecen cuando se circula entre estrellas que no se arrugan, que cambian el ritmo cuando aparece el menor repecho y que suben puertos como si fuesen impulsados a cuerda muchas veces. Y no hay manera de seguirlos. Se llega entonces a la meta cuando ya se han bajado los decibelios de la música del podio y los espectadores comienzan a marcharse.
Omar di Felice, un romano de 42 años, fue uno de aquellos corredores que trataron de emular a las figuras de su ...