Lo hizo en Tokio por primera vez y este lunes, en París, Susana Rodríguez se exhibió para revalidar el oro en el triatlón de categoría PTVI1. De principio a fin, marcando su favoritismo desde el agua, encima de la bici y recorriendo el puente de Alejandro III, la gallega volvió a subir al olimpo del deporte.
Al margen de sus éxitos deportivos, esta gallega fue distinguida y reconocida durante 2021 por su trabajo. Es médico residente en el hospital de Santiago de Compostela. En julio de ese año fue portada de la prestigiosa revista ‘Time’ debido a su lucha contra el Covid-19. En los inicios de la pandemia se situó en primera línea de batalla cuando aún se desconocía el alcance exacto de la enfermedad y los Juegos Paralímpicos no habían sido suspendidos. Rodríguez dejó claras sus prioridades. No iba a perder tiempo en ir a Japón si podía aportar algo en su campo.
Los Juegos se cancelaron, se vio algo de luz en medio de la pandemia y la triatleta pudo retomar, en parte, los entrenamientos. Siempre compaginándolos con sus horarios en el hospital y, con las restricciones que estaban vigentes, lo hizo en casa con una máquina de remo, una cinta de correr y una bicicleta estática. Un material que le gestionó el Comité Paralímpico. Japón seguía en el objetivo de la viguesa, que nació con una discapacidad visual provocada por su albinismo. Ve un 5% por un ojo y un 8% por el otro.
Rodríguez empezó practicando atletismo y en 2008, al no conseguir una plaza para Pekín, optó por cambiar de disciplina y pasarse al triatlón. 13 años más tarde le llegó la recompensa, que ha rubricado tres años más tarde a lo grande en París.
DE TOKIO A PARÍS
Como en Tokio, Susana se hizo con el oro en una prueba que dominó de principio a fin. Abrió brecha en los 750 metros de natación y a cada paso de tiempo conseguía sacarle más tiempo a sus contrincantes, que desde buen principio sabían que debían conformarse con luchar por la plata y el bronce.