Vanillaware finalmente lo ha conseguido. Y no hablo de lanzar un buen título, eso llevan muchos años haciéndolo. Hablo de conseguir el reconocimiento que el estudio merece, y con el que es su mejor y más ambicioso proyecto hasta la fecha.
Unicorn Overlord se hizo a principios de mes con la cabecera en los rankings de ventas en sus primeras semanas de lanzamiento y probablemente a estas alturas ya hayas oído hablar de él, pero yo personalmente no he querido entrar al tema hasta tenerlo bastante jugado.
Porque no es un título que se pueda describir rápido. Estamos ante un RPG táctico al estilo de los clásicos JRPG como Final Fantasy Tactics, aunque con el inconfundible sello de calidad artística de Vanillaware.
Y qué maravilla de sello. Hasta 60 personajes jugables que llegas a conocer como a tu propia familia en un mundo donde cada personaje y NPC tiene voz propia (literalmente, todos están doblados). Entornos preciosos todos ellos dignos de colgar en una impresión de calidad en un marco en el salón y una profundidad que, sin estar fuera del alcance de un recién llegado al género en sus niveles más sencillos de dificultad, ofrece una profundidad impresionante.
LA VICTORIA DEL ESTILO CLÁSICO
En un marco actual del gaming donde lo que manda son los gráficos hiperrealistas, con el predominio de Unreal Engine 5 a la vuelta de la esquina, cada vez son menos los que se atreven a apostar por el arte 2D detallado.
Pero Vanillaware sigue fiel a su estilo y esta vez vuelve más fuerte que nunca, con unos dibujos preciosos que es imposible no pasarse horas admirando y que sencillamente no tienen rival ni equivalente.
Unicorn Overlord nos da la posibilidad de sumergirnos como nunca en un cuento clásico de los de siempre, con su príncipe protagonista de una tragedia, su maligno tirano y sus magos y caballeros, en una historia más profunda de lo que parece y que guarda una cantidad enorme de horas de diversión.
Vemos aquí todos los clásicos de la fantasía, desde clases de personaje como el caballero y el hechicero, a los arqueros elfos y los jinetes de dragones y grifos. Todo ello con innumerables guiños y homenajes evidentes a grandes iconos de la fantasía RPG.
Vanillaware se ha arriesgado con un desarrollo largo en que se jugaban todo lo que tenían… y ha sido una apuesta en que hemos ganado todos. Que un título como este haya triunfado es una victoria para el futuro de la industria del videojuego. Un grito a los 4 vientos de que queremos algo más que títulos genéricos triple A cargados hasta las cejas de micropagos.
POSIBILIDADES INFINITAS
El aspecto jugable del juego parece sencillo al principio, pero encierra una profundidad que sorprende gratamente y mucho. Los combates se desarrollan de forma automática entre las tropas, con hasta 6 unidades por bando actuando de forma automática por turnos.
La clave aquí es que lo importante es la gestión previa de cada batallón: sus integrantes y formación, equipo, habilidades escogidas y las directrices que les damos acerca de cuándo y cómo usarlas serán lo que marque la diferencia en cada caso.
Esto, unido a las 60 unidades existentes y a un tablero en el que cada característica del terreno cuenta, desde atalayas a campamentos y puentes, le dan una riqueza que aumenta las posibilidades exponencialmente.
Aquí no ocurre como en otros juegos tácticos donde el nivel o el poder lo son todo: un buen estratega puede vencer a enemigos mucho más fuertes tomando las decisiones adecuadas.
EN PS5, PS4, NINTENDO SWITCH Y XBOX SERIES
No importa si no eres fan del género, si nunca has jugado un RPG táctico o si no conoces las obras de Vanillaware, Unicorn Overlord te encantará y devorará tus horas libres como si no hubiese un mañana.
Una posibilidad que no te puedes perder de jugar un cuento de fantasía épica y ver un precioso cuadro en movimiento, todo a la vez.