Nadie habla de su presencia. Nadie repara en su ausencia. Y Suiza siempre está. Y Suiza siempre pasa. Es un relojito que no falla en ningún torneo, que no falla tampoco en el primer corte. Pero con cuerda limitada. Suele pararse en cuartos.
Quizá sea en octavos en esta ocasión. La providencia le ha deparado un enfrentamiento con Italia este sábado en Berlín (18 h). La Italia de toda la vida. La del 1-0. La que parece muerta, y en verdad se hace la muerta, para matar en el último estertor.
“¿Por qué Suiza no es la favorita? Porque Italia es Italia”, contestó el centrocampista Remo Freuler. Sólo le faltó sonreír al centrocampista del Bolonia para hacer evidente la obviedad de su respuesta. La daba por supuesta el jugador, de 32 años, y cerca de 500 partidos en la élite, desde 2010. La última vez que se enfrentó a los transalpinos, en la edición de 2020, Suiza cayó por 3-0. Siete temporadas jugó en el Atalanta y la última militó en el Bolonia tras un breve paso por la Premier con el Nottingham Forest.
Malditos Füllkrug y Zaccagni
Freuler y los demás debieron maldecir el gol encajado frente a Alemania en el minuto 92, obra de Füllkrug (1-1), que frustró la victoria y les desplazaba al segundo puesto del grupo.
Igual también lamentaron el gol de Zaccagni en el 98 que daba el empate a Italia y desplazaba a Croacia. “Ese gol nos ha dado la certeza de que esta Italia no muere nunca, no se rinde nunca. No es suerte marcar en el tiempo añadido, es una cualidad de un equipo que cree hasta el final”, reivindicó Stephan El Shaarawy, uno de los delanteros de la Azzurra y que aún no ha disputado ni un minuto.
Suiza es fiable en lo suyo, y lo suyo es mantener una línea constante, sin altibajos, en juegos y resultados. Igual que crea indiferencia si está como si no está, ni defrauda ni entusiasma. Va haciendo hasta que su capacidad futbolística dice basta, y eso suele suceder en las eliminatorias.
La columna vertebral la forman cinco jugadores que han estado en los últimos tres Mundiales y tres Eurocioas.
En las dos últimas ediciones (2016 y 2020) pasó de grupo. En la primera cayó en los octavos de final frente a Polonia en los penaltis; en la segunda, pasó los octavos por penaltis ante Francia y sucumbió en los cuartos contra España, por el idéntico y cruel procedimiento.
Desde 2006 se ha clasificado para los últimos cinco Mundiales, y pasó la fase de grupos en todos los intentos menos en Sudáfrica (2010). Eso sí, sucumbió cada vez en octavos. Sin cuerda y sin fútbol suficiente a medida que se encuentra rivales de mayor potencia o especialistas en aniquilar al rival, caso de Italia. En Qatar encajó la peor derrota en un torneo. Portugal la vapuleó por 6-1.
Treintañeros que se repiten
Suiza se sostiene sobre la misma columna vertebral de los últimos diez años. La que forman todos sus treintañeros, nombres que se repiten en cada certamen y que acumulan ya el centenar de internacionales.
Yann Sommer, el portero de 35 años, ha sigo el guardián de la Nati -el sobrenombre de la selección helvética- desde su debut en 2014, y su portero titular en tres Mundiales (2014, 2018 y 2022) y tres Eurocopas (2016, 2020, 2024).
Le han protegido en la defensa el hispano-chileno Ricardo Rodríguez (31) y Fabian Schär (32); por delante dirige el equipo el centrocampista y capitán Granit Shaka (31), de ascendencia albanesa procedente de Kosovo, como el delantero Xherdan Shaqiri (33), el autor de los golazos, y que ya era integrante de la selección desde 2010. Freuler (32) ha estado en dos Mundiales y dos Eurocopas y el atacante camerunés Breel Embolo (27) será quien herede el brazalete cuando se vayan retirando todos ellos.
El nivel de calidad se observa en la cantidad de jugadores que juegan fuera de Suiza: 25 de los 26 convocados. La excepción es Renato Steffen, del Lugano.
“Desde que llegué a la selección, hemos mejorado continuamente. El respeto de los rivales y del público hacia nosotros ha crecido, al igual que la calidad de la selección”
Poco donde elegir
Ya se los encontró a todos Murat Yakin, el seleccionador, al ser nombrado en 2021. Sin mucho margen donde elegir, por la escasez de fichas futbolìsticas, les ha confiado el sostén del grupo al que se van incorporando futbolistas como Manuel Akanji, Steven Zuber o el joven Fabian Rieder (22). La señal de la pujante calidad de Suiza la da la inversa cantidad de jugadores participantes en la liga nacional. Solo uno: el mediocampista Renato Steffen, del Lugano.
“Desde que llegué a la selección, hemos mejorado continuamente. El respeto de los rivales y del público hacia nosotros ha crecido, al igual que la calidad de la selección. Muchos jugadores tienen papeles importantes en grandes clubs”, dijo Yakin, el seleccionador, que también fue exjugador internacional de Suiza. El técnico fue muy discutido en la gris fase clasificatoria realizada, pero acabó llegando a Alemania. Y pasando la fase de grupos. Como siempre. ¿Hasta donde tendrá cuerda en 2024?.