El Tour se aproxima este miércoles a los Alpes con una decimoséptima etapa de media montaña y 177,8 kilómetros de recorrido que incluye tres puertos y una llegada en alto en la estación de Superdévoluy, de tercera categoría, lo que puede ser propicio para las escapadas.
Los últimos 40 kilómetros se desarrollarán entre media montaña, con el encadenamiento de tres ascensos que harán daño a las piernas de los corredores. El ascenso al col Bayard, un segunda categoría de 6,8 kilómetros al 7,3% abre el fuego, antes de afrontar la principal dificultad de la jornada, el col du Noyer, un primera de 7,5 kilómetros al 8,1% de desnivel medio, pero con rampas por encima del 10%.