Siete imprescindibles para disfrutar un paseo por el barrio de Salamanca

Este espacio, fundado en 1867 por Isabel II, conserva una de las colecciones de antigüedades más importantes del mundo que incluye cerámicas griegas, coronas votivas visigodas y marfiles hispanomusulmanes, entre otras cosas. Con su creación se dio respuesta a la demanda de reunir en una única gran institución las colecciones de antigüedades, dispersas hasta entonces, con el fin de representar la historia de España desde los orígenes hasta los tiempos más recientes y ofrecer un panorama de las antiguas civilizaciones del resto del mundo.

Durante el siglo XX parte de sus colecciones, como las de etnografía, arte oriental y americana, se transfirieron a los museos nacionales de Antropología, Artes Decorativas y América ganando así más espacio para los numerosos ingresos procedentes de hallazgos y excavaciones. Entre sus obras más destacadas están el tesoro de Guarrazar, el ejemplo más extraordinario de la orfebrería visigoda, el Bote de Zamora y la Dama de Elche.

Dónde: Calle Serrano 13

Precio entrada general: 3 euros

Entre las múltiples opciones de restauración que se reparten por el que es el barrio más señorial de la capital destaca Terracotta, un espacio íntimo y acogedor cuya filosofía se centra en el respeto de los oficios manuales. La arcilla modelada y endurecida al horno, el primer material artesano con el que se levantaron imperios y se engalanaron palacios y mesas, se pone al servicio de sus clientes.

Su carta de temporada creada con el máximo respeto al producto cuenta con verdaderos manjares como los bombones de pato confitado con puré de robuchón y demiglace tailandesa, las croquetas de carabinero, velo ibérico y alioli de ajo negro o el steak tartar de vaca madurada cortado a cuchillo sobre brioche. Ofrecen además una interesante lista de bebidas que incluye sangrías de autor, que recuperan su nombre tradicional Sangaree’s y permiten disfrutar de un nuevo punto de vista de la bebida.

Dónde: Calle Velázquez 80

Este templo ubicado junto al parque del Retiro fue realizado en 1903 gracias a la fe y devoción de sus donantes Don Manuel Caviggioli y su esposa Doña Benita Maurici, un matrimonio de origen humilde que forjó una gran fortuna durante su vida. Realizada por el arquitecto Fernando Arbós y Tremanti, esta iglesia es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura neobizantina madrileña. Presenta una planta central y cruz latina y conforma una original planta octogonal como corresponde a un edificio funerario con una gran cúpula sobre pechinas donde se representan los tetramorfos, símbolo de los cuatro evangelistas. En su base se abren 16 ventanales apuntados por donde penetra la luz permitiendo apreciar sus magníficos mosaicos. En su interior destacan una capilla lateral ‘de la Epístola’ realizada íntegramente en mármol de Carrara en la que se ubican los dos sepulcros del matrimonio antes mencionado y en el lado opuesto la capilla de Santa Rita, cuya imagen preside el conjunto.

Dónde: Calle Alcalá 83

Precio de entrada: gratuita

Obra del arquitecto Antonio Ruiz de Salces, el Mercado de la Paz, inaugurado en 1882, es uno de los más emblemáticos de la ciudad. En su interior se han integrado perfectamente la clásica estructura de hierro de los antiguos mercados municipales y el diseño moderno de sus puestos. Después de pasar por diversas manos, a mediados de los años 80 el Ayuntamiento le adjudicó la gestión a la Asociación de Comerciantes del Centro Comercial La Paz y en el año 1985 se llevó a cabo una gran remodelación para recuperar su estructura original y modernizar las instalaciones bajo el proyecto del arquitecto Salvador Pérez Arroyo.

Además de la completa oferta de alimentación fresca, en sus cerca de 60 establecimientos se puede encontrar una excelente muestra de pequeño comercio y servicios relacionados con el hogar y la hostelería. Cabe destacar que este mercado vende y comercializa sus productos a través de la aplicación Prime Now de Amazon, lo que le ha hecho merecedor de distintos galardones y de reconocimiento nacional e internacional.

Dónde: Calle de Ayala 28

Situado en un antiguo palacete, este museo abrió sus puertas al público en enero de 1951 cumpliendo el deseo de José Lázaro Galdiano de que su colección sirviera para la formación y el disfrute de las generaciones futuras. En la actualidad cuenta con 4.820 piezas distribuidas en los cuatro pisos del edificio. En la planta baja, antigua zona de servicio del palacio, se presenta la figura del artista que da nombre al complejo, así como las claves que definen su colección y la Cámara del Tesoro, una de las mejores colecciones europeas de platería civil y joyas con piezas que abarcan desde el siglo III a.C. hasta finales del siglo XIX. La primera planta, zona notable de la vivienda, conserva íntegra la decoración y distribución original con techos pintados por Eugenio Lucas Villamil y sus nueve salas muestran una nutrida representación del arte español desde el siglo XV al XIX. Por su parte, la tercera planta cuenta con una cuidada selección de obras de las escuelas europeas más importantes como las italiana, flamenca o francesa. La tercera planta denominada como ‘Gabinete del coleccionista’ exhibe colecciones no representadas en el resto del museo como armas, textiles, monedas o medallas. De entre todas las obras que atesora destacan una tabla de El Bosco que representa a San Juan Bautista recostado junto a una mandrágora, El Aquellarre, pintura que Goya realizó para El Capricho y Salvador Adolescente, una misteriosa imagen de Cristo atribuida a uno de los discípulos de Leonardo da Vinci.

Dónde: Calle Serrano 122

Precio entrada general: 7 euros.

Situada en el corazón del barrio y con la calle Serrano como arteria principal, la Milla de Oro madrileña acoge numerosas tiendas de firmas de lujo que van desde prestigiosas joyerías como Cartier o Tiffany, hasta tiendas de alta costura como Loewe o Louis Vuitton. Pasear por las diferentes calles que la comprenden estando sus límites marcados por Velázquez, Ortega y Gasset, Juan Bravo, Príncipe de Vergara y Jorge Juan, es todo un deleite para la vista, que no para la cartera. Por aquí pasan cada año miles de turistas para adquirir souvenirs de lujo y otros tantos curiosos para admirar sus atractivos escaparates.

Ubicado en los terrenos de lo que fue la Quinta de Miraflores, encargado por Felipe IV como un nuevo Real Sitio, está el actual Parque Quinta de la Fuente del Berro, una zona verde con una extensión de más de 13 hectáreas declarado jardín histórico-artístico en 1941. Este espacio que llegó a ser incluso, en el año 1900, un parque de atracciones con una torre mirador, una montaña rusa, caballitos, un velódromo y una sala de tiro al blanco, ofrece hoy día un jardín de tipo paisajista con diversos desniveles, una rica variedad de árboles, escaleras rústicas de piedra, fuentes, cascadas y un par de pequeños estanques. Cabe destacar el monumento a Bécquer, la estatua dedicada al poeta Pushkin, el monumento de la Fuente del Berro, cuyas aguas proveyeron a la casa real en sus orígenes, y un palacete de estilo clasicista, lo único que queda de su pasado palaciego que funciona como un centro cultural del barrio. La entrada principal cuya puerta está formada por dos torreones almenados se sitúa en la calle Enrique D’Almonte.