Hay un dicho muy popular que dice “para gustos, los colores“. Y efectivamente, tanto el gusto como la percepción del color es algo sumamente subjetivo.
No todos percibimos nuestro entorno de la misma forma. De hecho, más de 320 millones de personas en el mundo sufren algún tipo de ceguera de color, o lo que comúnmente se conoce como daltonismo.
Cada 6 de septiembre, este viernes se celebra el Día Mundial del Daltonismo y la Acromatopsia, trastornos genéticos que afectan a la capacidad de ver y distinguir colores.
Aunque en la mayoría de los casos el daltonismo no altera la vida diaria, sí puede suponer cierta discapacidad visual o limitaciones en el día a día.
¿Qué es el daltonismo o discromatopsia?
Tal y como explica el doctor Fernando Soler, oftalmólogo director de Facoelche y de la clínica Doctor Soler-elche:
- “La discromatopsia se conoce comúnmente como daltonismo, y es una alteración genética que afecta a la capacidad de distinguir determinados colores de manera normal”.
Las personas que lo padecen, presentan “dificultades para diferenciar entre los tres colores primarios: el rojo, el verde y el azul. O pueden tener una ceguera absoluta al color. Esto se conoce como acromatopsia” explica el doctor Soler.
Es debido a que las células fotorreceptoras de la retina -los conos- encargados de la visión del color, no funcionan adecuadamente.
¿Por qué el daltonismo afecta más a hombres que a mujeres?
El daltonismo es una enfermedad hereditaria, que “es transmitida por las mujeres y padecida por los varones de forma mayoritaria. Afecta aproximadamente al 8% de los hombres y solo al 0,5% de las mujeres”, explica el doctor Soler.
La razón es sencilla, la alteración genética se transmite de forma recesiva en el cromosoma X (uno de los que forman el par que determina el sexo cromosómico).
Es decir, que si un varón hereda un cromosoma X alterado será daltónico, mientras que una mujer necesita tener los dos cromosomas alterados, por lo que hay menos probabilidades.
¿Qué tipos de daltonismo hay?
Según el Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos (NEI, por sus siglas en inglés), hay diferentes tipos de daltonismo:
Daltonismo rojo-verde
Se trata de la dificultad de distinguir entre el color rojo y verde. Es el tipo más común, y dentro de este, se diferencia:
- Deuteranomalía: el tipo más común de daltonismo, en la que no pueden percibir el color verde. Hace que ciertas tonalidades de verde se vean más rojas.
- Protanomalía: Imposibilidad de ver el color rojo. Hace que ciertas tonalidades de rojo se vean más verdes y menos brillantes.
- Protanopia y deuteranopia: ambos tipos hacen que no pueda distinguir la diferencia entre el rojo y el verde.
Daltonismo azul-amarillo
Este tipo menos común de daltonismo dificulta distinguir la diferencia entre varias combinaciones de colores. Se diferencian dos tipos:
- Tritanomalía: hace que sea difícil diferenciar entre el azul y el verde, y entre el amarillo y el rojo.
- Tritanopia: No percibe el color azul. Esto hace que no pueda distinguir entre el azul y el verde, entre el morado (violeta) y el rojo, y entre el amarillo y el rosado. También hace que los colores se vean menos brillantes.
Acromatopsia
Es considerada un tipo extremo de daltonismo, pero tal y como explican desde la asociación ACRÓMATES:
- Se trata de una enfermedad genética recesiva que provoca un trastorno en la retina y quien la padece no puede ver ningún color debido a ausencia o la deficiencia en el funcionamiento de los conos.
También va ligada a una pérdida de visión importante, así como sensibilidad a la luz (fotofobia), lo que la convierten en una discapacidad visual.
Se considera una enfermedad rara, con una prevalencia estimada de uno entre 30.000 y 50.000 personas. Es tan poco conocida, que suele haber muchos problemas a la hora de dar con un diagnóstico.
¿Cómo puedo saber si soy daltónico?
El daltonismo en muchas ocasiones se diagnostica “de forma casual en un reconocimiento”, indica el doctor Soler.
“Otras veces hay pistas, como por ejemplo comprarse una chaqueta azul y que sea en realidad de un color verde botella”.
Pero aparte de estos casos anecdóticos, el doctor explica que la detección en consulta es “con pruebas específicas de colores, llamada la Prueba de Ishihara. También hay miles de Apps con las que puedes hacer un autodiagnóstico”.
Prueba de Ishihara: esta es la imagen que permite diagnosticar el daltonismo en segundos
Esta es una de las pruebas más utilizadas para diagnosticar el daltonismo. Y se puede hacer desde casa. Son una serie de cartas de colores, diseñadas por el doctor Shinobu Ishihara, profesor de la Universidad de Tokio, que permiten identificar algún defecto en la visión.
Son discos, como los que se muestran a continuación, que contienen círculos de puntos de colores con diferentes tamaños y que forman un número.
Estos números son visibles para las personas con una visión normal, mientras que para las personas con daltonismo son difíciles de descifrar o pasan completamente desapercibidos.
Para casos más complejos, es necesario hacer un examen clínico oftalmológico completo, con pruebas que van más allá de observar diferentes colores. Por ello, siempre es recomendable acudir a un experto.
¿Tiene cura o tratamiento?
La discromatopsia no tiene cura ni tratamiento, sin embargo, gracias a la tecnología se han desarrollado unas gafas que pueden paliar los síntomas en algunos casos.
“No son la solución al problema” insiste el doctor Soler, ya que “hay que tener en cuenta que la mayor parte de los daltónicos solo lo son a uno de los colores, con lo que ellos tienen su propia percepción”.
¿El daltonismo limita la vida diaria?
Si bien las personas daltónicas pueden llevar una vida normal, en muchos casos pueden experimentar una serie de limitaciones en su rutina diaria.
Por ejemplo, “limita la incorporación a determinados puestos de trabajo en los que se deben percibir bien los rojos y verdes como es la navegación aérea y marítima, ferroviarios, etc. Es excluyente en oposiciones a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y limitante en otras como los bomberos”.
Además, también pueden sufrir problemas a la hora de distinguir las señales de tráfico, los semáforos… por lo que limita la conducción.
En el ámbito educativo pueden enfrentarse a diversos obstáculos. De hecho, un fracaso escolar temprano puede deberse al desconocimiento del daltonismo de nuestros hijos, que tienen que estudiar con libros que no están adaptados.