En España, en torno al 25% de las personas son alérgicas, ya sea con una alergia primaveral, alimentaria o de otro tipo.
Sin embargo, aunque son poco frecuentes, también existen alergias a insectos tan “desagradables” como las cucarachas. Un bicho repulsivo para casi todo el mundo, del que existen 4.500 especies en el mundo y que pueden llegar a medir hasta 9 centímetros de largo.
- Las cucarachas son más activas por las noches, de ahí que siempre descubramos su presencia cuando cae el sol.
- Además, les encantan las estancias más húmedas, como baños y cocinas
- Se encuentran con frecuencia en plantas bajas y casas antiguas.
- Y se convierten en un serio problema de salud pública con el aumento de las temperaturas y la llegada del verano.
Pero por mucho que sepas de las cucarachas, lo que seguramente no sabías es que si vives con un constante resfriado, que parece que nunca desaparece, una de las posibilidades es que tengas alergia a estos desagradables insectos.
Alergia a las cucarachas: ¿qué síntomas produce?
No hay datos de cuántas personas están afectadas por esta alergia “rara”. La sensibilidad a las cucarachas provoca rinitis y asma bronquial a lo largo de todo el año, por lo que es uno de los motivos de sospecha para consultar con un especialista en alergología.
Se “estudia si el paciente está expuesto a ambientes como los mencionados, y también cuando no aparece otra alergia y el paciente continúa con síntomas”.
Además de la sintomatología descrita, también es habitual que se produzca conjuntivitis, que es la inflamación de la membrana transparente que está entre el párpado y el globo ocular.
La alergia a las cucarachas (que puede diagnosticarse de forma aislada, sin otra alergia), suele estar asociada a la hipersensibilidad a los ácaros, artrópodos que no son visibles a simple vista, y a los crustáceos (camarón, centollo, langostino…).
¿Cómo se diagnostica la alergia a las cucarachas?
La SEICAP especifica que los métodos de estudio disponibles son:
El alergólogo pondrá una gota de cada alérgeno sospechoso a lo largo del brazo. A continuación, erosionará levemente con un punzón de un milímetro de punta la zona donde ha caído cada gota.
Tras eso toca esperar unos 15 o 20 minutos para ver cómo reacciona la piel a cada alérgeno. Si se enrojece y/o se hincha la zona de forma clara, se considera que esa sustancia en concreto está provocando una alergia.
- Inmunoglobulina IgE específica en análisis de sangre.
Esta prueba serológica se hace para detectar algunos tipos de alergias y en la que se mide la concentración de distintos anticuerpos IgE. Si están en concentraciones elevadas es una reacción natural de nuestro cuerpo ante determinados alérgenos, lo que indicaría una posible alergia a algún alimento o sustancia.
Tratamiento contra la alergia a las cucarachas
Los especialistas señalan que “el tratamiento de la alergia a cucarachas consiste en evitarlas. Se deben evitar los lugares donde más abundan”.
Pero, entre los consejos que nos ofrecen:
Desafortunadamente, no existe vacunación antialérgica para las cucarachas, por lo que se debe recurrir a los tratamientos de rescate y preventivos habituales.