Con paso lento y un gesto más contrariado de lo que en él suele ser habitual, Luis Rubiales llegó hoy a la Audiencia Nacional a que se le notificase la apertura de juicio oral por el beso no consentido a Jenni Hermoso y por las presuntas coacciones que se produjeron después.
“Cuando sucedió [el beso], los dos teníamos una única versión, y, pasados unos días, eso cambió. Yo mantengo la misma desde el principio”, ha declarado Rubiales a la salida del acto. “Esperemos que todo salga bien y que se haga justicia”.
A la investigación de este caso, en el que la Fiscalía pide para él dos años y medio de presión por un delito de agresión sexual y otro de coacciones, habría que sumarle el procedimiento abierto por el caso Supercopa o caso Brody, donde se le investiga por presuntos delitos de administración desleal, blanqueo de capitales, pertenencia a organización criminal y corrupción en los negocios.
Además del expresidente, también tenían que comparecer hoy en la Audiencia Nacional otros miembros de su etapa en la Real Federación Española de Fútbol, como el exseleccionador Jorge Vilda, el recientemente destituido como director deportivo de la Selección Albert Luque o Rubén Rivera, ex responsable de Marketing. Luque, que no se ha presentado, recibirá la notificación en un juzgado diferente.
Fianzas y posibles condenas
El Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional recoge, de esta forma, a partir de hoy el testigo del Juzgado Central de Instrucción Número 1, después de que Francisco de Jorge, su magistrado titular, observase indicios suficientes como para acordar la apertura de juicio oral contra Rubiales por un presunto delito de agresión sexual y contra los cuatro por un supuesto delito de coacciones.
Por lo sucedido, la Fiscalía de la Audiencia Nacional pide condenar a Luis Rubiales a dos años y medio de cárcel: un año de prisión correspondería al delito de agresión sexual y el otro año y medio restante por el de coacciones en concepto de autor. Para Luque, Vilda y Rivera, el Ministerio Público también pide a la Audiencia Nacional que sean condenados a ese año y medio de prisión.
En su auto, el juez dio dos plazos que empiezan a contar a partir de hoy: uno de diez días para que los acusados presenten sus escritos de defensa y otro de 24 horas para consignar las respectivas fianzas.
A Rubiales, se le requieren 65.000 euros por el delito de agresión sexual, a lo que deberá sumar la misma cantidad (otros 65.000 euros) que serán aportados de forma conjunta y solidaria junto con los otros tres acusados por el delito de coacciones.
El beso no fue consentido
La petición de juzgar a Rubiales por agresión sexual se produjo después de que el juez Francisco de Jorge considerase que el beso a la jugadora tras la final del Mundial del pasado verano “no fue consentido” y que el exdirigente actuó de forma “unilateral y sorpresiva”.
Además de a Rubiales, el magistrado también propuso enviar al banquillo a Luque, Vilda y a Rivera por las presiones posteriores a las que se sometió a la jugadora para que accediese a realizar una manifestación pública afirmando que el beso había sido consentido.
La resolución aseguraba, en concreto, que “las presiones a las que se sometió a la jugadora crearon” en ella “una situación de ansiedad e intenso estrés”.
Por ello, De Jorge sí que considera probado en su escrito que existió “una acción concertada de los tres” procesados acordada con Rubiales “para doblegar la voluntad de Jenni Hermoso y conseguir que accediera a grabar un video en el que dijese que el beso había sido consentido”.