Ruedan por ahí unos datos que hablan de una nueva era. Por vez primera desde 2004, Roland Garros tendrá unas semifinales sin el “big 3”. Una de ellas, la que más atención atrae, enfrenta al italiano Jannik Sinner contra el español Carlos Alcaraz, que para muchos es ya el duelo de la nueva era.
El enfrentamiento se produce un año en el que los tres dominadores del tenis en lo que va de siglo pasaron por París. Novak Djokovic se retiró lesionado tras ganar su duelo de octavos al argentino Francisco Cerúndolo; tras un año casi inactivo, Rafa Nadal cayó en primera ronda contra el alemán Alexander Zverev; y, ya retirado, Roger Federer inauguró una pista de tenis con su nombre en un municipio deprimido junto a la capital francesa.
Durante años, los tres coparon los puestos más importantes y obligaron a generaciones enteras a darse de bruces contra su poderío. Pero el tiempo pasa y su pujanza declina a medida que surgen otros nombres.
Sinner será el vigésimo noveno jugador que alcanzará el número 1 del mundo, el próximo lunes, y Alcaraz lo fue con 19 años y se convirtió en el más joven de la historia.
Junto al británico Andy Murray y al ruso Daniil Medvedev, son los únicos que lo han hecho durante el triunvirato del “big 3”.
Por edad, 22 años el transalpino, 21 el español, encarnan la hornada que ha vivido el final del dominio de los tres magníficos que han ganado 66 de los 83 últimos Grand Slam, el 80 % de todos los disputados desde que Federer levantó el primero en Wimbledon 2003.
Entre ese momento y la victoria de Alcaraz en el Abierto de Estados Unidos de 2022, su primer Grand Slam, apenas un puñado de tenistas han podido inscribir su nombre en el palmarés de un grande, una tendencia que empieza a cambiar.
Roland Garros será el segundo Grand Slam consecutivo sin ningún “big 3” en la final y por segunda vez en todo el reinado de esos tenistas, se encadenarán dos grandes consecutivos sin que ellos levanten un trofeo.
“Ojalá nos enfrentemos muchas veces los próximos 10 y 15 años”, dijo Alcaraz tras clasificarse para semifinales, dando por bueno el augurio que indica que él y el italiano están llamados a protagonizar la rivalidad en las próximas temporadas.
Un cara a cara que en París vivirá un capítulo particular, con ambos bien situados en los primeros puestos del ránking, sin que a nadie impresione ya verlos ahí arriba.
Será el noveno entre ellos, que ya han dejado algunos para la galería, de entre los que destaca el que jugaron en el Abierto de Estados Unidos de 2022, en el que el español levantó una bola de partido para acabar remontando en cinco sets y durante cinco horas y cuarto de juego que terminó en la madrugada neoyorquina.
Están empatados a cuatro victorias y de la Philippe Chatrier saldrá uno de ellos con el balance positivo. Sinner tiene garantizado el número 1, pero el italiano no dejó que el brillo de esa consecución le cegara y advirtió de que “aquí lo que importa es el partido del viernes”.