Si ya fue posible hace un año, ¿por qué no ahora? El Levante, que ya venció en El Sardinero (0-1) en el tramo final de la temporada pasada con un golazo de libre directo de Joni Montiel busca dar de nuevo un golpe sobre la mesa este fin de semana en Santander. Por seguir con la analogía, en la 22/23 el equipo que por entonces dirigía Javi Calleja llegó a la cita ante el Racing en una situación similar. Si bien en la tabla estaba mejor (era cuarto), venía de no ganar desde la jornada 29. Entonces iba segundo, en ascenso directo y enlazó tres citas -con sus correspondientes dudas en torno al equipo- sin ganar, perdiendo esa condición de ascenso directo. Fueron tres partidos complicados (3-0 ante el Huesca, 0-0 ante el Albacete y 0-0 ante el Málada) hasta que el equipo de nuevo cogió aire con el zarpazo del Sardinero en la jornada 33. El 0-1 fue balsámico y disipó los miedos para que el equipo siguiera hasta el final en la pomada. No fue posible por un penalti en el descuento de la última eliminatoria de ascenso.
Aquello, que fue un drama, ya queda muy lejos. Y en un Sardinero que impone y que espera al Levante con un lleno -quedan menos de 800 entradas a la venta-, el cuadro de Miñambres busca reengancharse a la pelea por la promoción.
Es evidente que no ganar ante la SD Amorebieta en casa fue un golpe, pero el equipo ya ha hecho ‘reset’ tras ese 1-2 y buscará reconducir su pelea por el playoff a costa de un triunfo ante los cántabros, que además son rivales directos por los puestos del tres al sexto.
Pablo Martínez analizó ayer la situación en la que el cuadro prepara la cita en El Sardinero. «El vestuario está tranquilo, tenemos clara la línea de trabajo y qué es lo que queremos. Estamos pensando en nosotros, en nuestro juego, en mejorar aspectos donde ahora mismo no somos muy eficaces. Ir a Santander a por los tres puntos», aseguró el mediocentro ayer tras el entrenamiento en Buñol.
«Quedan todavía siete partidos y vamos a traer un buen resultado de Santander», sentenció.