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Reservas Starlight en Andalucía: dónde ver los cielos más estrellados


Puestos a empezar por algún sitio, estará bien definir qué es una reserva starlight: son lugares que incorporan la observación del firmamento como parte de su patrimonio natural, paisajístico, cultural o científico.

Los sitios que se ajustan a esa definición obtienen por parte de la Unesco la certificación Starlight, una distinción que premia el cuidado del cielo nocturno y el impulso de experiencias ligadas a la observación astronómica, mientras al mismo tiempo preservan las condiciones medioambientales y la iluminación natural de esos espacios.

Dicho lo cual, que se sepa que Andalucía es, dentro de España, el sitio donde hay más lugares que han recibido el certificado Starlight. Entre otras muchas ventajas, la comunidad tiene la de ofrecer (lejos de los núcleos poblados, obviamente) cielos limpios y estrellados que atraen cada vez a más personas.

De hecho, ya se empieza a hablar del astroturismo como de una tendencia más a la hora de planificar unas vacaciones o una escapada. Lo practican quienes gustan de la naturaleza, la tranquilidad y los espacios abiertos. Es un turismo muy respetuoso con el medio ambiente en el que, por supuesto, abundan los interesados en conocer más en profundidad las estrellas.


En el sur de Jaén hay espacios increíbles para el astroturismo


fundación starlight

Espacios no les faltan, ni observatorios tampoco. Prácticamente en toda Andalucía hay reservas starlight, si bien es verdad que las provincias de Jaén y Granada son las más completas en este sentido. Sin más, ahí van algunos de los mejores sitios para contemplar el cielo estrellado y quedarse boquiabiertos.

La reserva starlight más amplia de Andalucía es Sierra Morena, un vasto territorio de 400.000 hectáreas que abarca territorios de las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla y Huelva. Allí hay infinidad de lugares donde solazarse en la contemplación de los cielos, pero si hay que elegir uno, bien puede ser Aldeaquemada, en el municipio de Navalacedra, dentro de Jaén. Allí brilla con luz propia, nunca mejor dicho, su Centro de Obsevación Astronómica.

Jaén es una provincia en la que también se puede disfrutar del Cosmolarium Castillo de Hornos de Segura, dentro de una fortificación del siglo XIII, lo que encima da una perspectiva histórica a la visita; o el observatorio de Villacarrillo. Ambas opciones son más que interesantes.


Observatorio de los Collados de la Sagra, en Granada


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Granada no le va a la zaga. El que probablemente es el observatorio más famoso es el de los Collados de La Sagra, un paraje arrebatador, a más de 1.700 metros de altitud, que ofrece unas noches únicas y muy estrelladas.

Allí da la impresión de que pueden verse millones, pero, para cortar el entusiasmo o por lo que sea, hay quienes advierten de que eso está lejos de ser cierto: en el hemisferio norte se pueden apreciar poco más de tres mil. Que ya es un buen número, después de todo.

Consejo: a muy pocos metros del observatorio hay un hotel, también llamado Collados de la Sagra, donde se come muy bien y se descansa aún mejor. Ahora que llega el verano, conviene saber que de noche hasta se agradece echarse encima el edredón.

Sierra Nevada es, por razones obvias, otro lugar privilegiado. A más de tres mil metros de altitud, parece que las estrellas se pueden atrapar con las manos. Hay también un observatorio allí, pero muchos astroturistas (si es que esa denominación ya existe) prefieren una aventura más ligada a la naturaleza: dormir al raso en las cercanías del Mulhacén.

Desde mediados de julio y hasta principios de agosto pueden contemplar en ese lugar las Perseidas, también llamadas Lágrimas de San Lorenzo. Las Perseidas son una lluvia de meteoritos -que no estrellas fugaces, como muchos piensan- que, al pasar por el exterior de la atmósfera terrestre, generan un efecto luminoso que, mucho tiempo atrás, se consideraba sobrenatural o divino.


En el Geoparque de Granada el viajero puede sentirse absolutamente en mitad de ninguna parte


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Otro lugar en auge, también en la provincia de Granada, es el Geoparque, una extensión de 4.772 kilómetros cuadrados que abarca las comarcas de Guadix, Baza, Huéscar y Montes Orientales. Allí el paisaje es de lo más peculiar y, de hecho, ha sido comparado con el Cañón del Colorado, en Estados Unidos, o la Capadocia, en Turquía.

Las actividades ligadas a la contemplación de las estrellas en ese lugar, también llamado por algunos Badlands, son variadas. Hay empresas que ofrecen al viajero la posibilidad de dormir al raso durante las dos noches de un fin de semana -ojo, hay culebras y alacranes, sobre todo en verano- y buscarse la vida, literalmente, para comer. Eso sí: el domingo los recoge un autobús y los lleva a un asador.

Poco a poco, y sin romper el equilibro ecológico del lugar, que es muy frágil, empieza a ser posible también alquilar alguna casa rural en la zona. Allí, literalmente en medio de ninguna parte, es posible alcanzar un grado de desconexión que en casi ningún otro sitio es viable.

Para terminar el recorrido hay que mencionar Antequera, o más en concreto El Torcal, que está cerca de la ciudad malagueña. Allí las formas de las piedras son caprichosas y al anochecer el efecto es casi fantasmagórico. Su observatorio, a más de 1.200 metros de altura, depara muchos momentos satisfactorios.



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