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Desde tiempos inmemoriales se ha acudido a las pociones amorosas para aumentar el deseo sexual. Hierbas, alimentos, hongos e incluso animales han sido utilizados para fines amorosos y sexuales.
Y muchas de estas creencias han llegado hasta nuestros días. Todos hemos oído hablar de las propiedades afrodisíacas de la canela, las fresas o las ostras. ¿Pero que hay de cierto detrás de todo esto?
Con el fin de aclarar este punto, este portal ha hablado con la dietista-nutricionista Mónica Herrero, miembro del Consejo General de colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y vicepresidenta del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Aragón.
¿Hay algo científico detrás de esta creencia?
A los que están preparando una cena romántica para este San Valentín debemos advertirles que, desafortunadamente, no va servir de nada incluir en el menú alimentos como chocolate, café, canela, vainilla, ostras, los frutos rojos o el jengibre, si el objetivo es aumentar la libido de la pareja.
Porque como explica Mónica Herrero, los poderes afrodisiacos que se atribuyen a estos alimentos no son más que “una creencia popular, un bulo”. Y es que como explica esta nutricionista, “si buscamos una base científica sobre estas propiedades, no hay estudios que consoliden las propiedades como afrodisiacos de ningún alimento”.
Las ostras tienen un alto contenido en zinc, un mineral que contribuye a la fertilidad.
¿De dónde surge la idea de que ciertos alimentos pueden aumentar la libido?
“Siempre ha habido vendedores de todo tipo de tónicos: para el dolor de estómago, para la caída del pelo, para el amor, para la libido… A lo largo de los años, estas creencias populares siguen existiendo, como muchas otras”, explica la especialista.
Este tipo de fórmulas a algunos les funcionan y a otros no… Pero en realidad, lo que está ocurriendo es la acción del famoso efecto placebo. “A veces el poder de la mente, de creer, puede ser suficiente para tomar unos alimentos y sentir el efecto placebo deseado”, en este caso un aumento del deseo sexual.
Alimentos estimulantes pero que nada tienen que ver con el deseo sexual
Es cierto que determinados alimentos tienen propiedades estimulantes, como el café, el té, el chocolate o el salmón, entre otros. Y estas propiedades, científicamente contrastadas, con el paso del tiempo “han ido transformándose a cosas más concretas como la estimulación sexual, que no tiene nada que ver”.
Como explica la experta, “en la actividad sexual de hombres y mujeres está implicada toda una colección de neurotransmisores y hormonas”. Entre ellos:
- Dopamina: neurotransmisor relacionado con las sensaciones placenteras y de relajación.
- Noradrenalina: relacionada con la presión sanguínea, el estrés o la frecuencia cardiaca.
- Serotonina: implicada en los estados de ánimo.
- Testosterona: la principal hormona masculina.
- Estrógenos: hormonas femeninas.
- Oxitocina: conocida popularmente como la hormona del amor por estar directamente relacionada con los comportamientos sociales y emocionales.
- Cortisol: hormona liberada en momentos de estrés.
Pues bien, “hay determinados alimentos como el chocolate, té, canela… estimulan alguna de estas hormonas o neurotransmisores, pero solo eso” asegura Mónica Herrero.
Por ejemplo, el chocolate estimula la serotonina y el café aumenta la noradrenalina, nos mantiene más despiertos y alerta. Las ostras tienen un alto contenido en zinc, un mineral que “contribuye a la fertilidad y reproducción normal del humano, así como otros nutrientes, pero sigue sin ser un alimento afrodisiaco”, señala la dietista-nutricionista.
Es decir, fuera de este efecto estimulador no existe ninguna evidencia científica que nos permita asegurar que tomando estos alimentos vayamos a experimentar un deseo sexual mayor.
El chocolate estimula la serotonina, neuro trasmisor implicado en los estados de ánimo.
¿Qué tipo de alimentación deberíamos llevar para tener una salud sexual plena y sana?
Una vez aclarado que no existen fórmulas mágicas para acrecentar el deseo sexual, la siguiente cuestión que le planteamos a la especialista en nutrición y dietética es cómo debe ser nuestra alimentación para que nuestra actividad sexual sea plena y sana.
Mónica Herrero lo tienen claro y nos da las claves para conseguirlo:
- “Por supuesto una alimentación variada y equilibrada, en la cual predominen los vegetales y las frutas”.
- No consumir bebidas alcohólicas, carbonatadas o azucaradas.
- Prescindir de los productos procesados y ultraprocesados.
- No fumar.
- “Lo más lógico es estar lo más sanos posibles, no padecer ninguna enfermedad”.
- En segundo lugar la especialistas sitúa el descanso “hay que dormir las horas recomendadas”
- Por supuesto, dejar a un lado el sedentarismo y “realizar algún tipo de actividad física todos los días”.
- “Cuidar con los niveles de estrés”
“En definitiva, llevar una vida sana va a hacer que tengamos una buena calidad de vida en todos sus ámbitos”, también en el sexual, concluye Herrero.
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