Quería la etapa y se quedó con la recompensa de la ‘maglia rosa’ y de las gafas del mismo color. Fue como si Tadej Pogacar, incuestionable desde el kilómetro uno de este Giro de Italia, entregándole las reliquias, le diera el relevo a un joven de 20 años que entusiasma a los italianos, que como todos los aficionados al ciclismo tratan de buscar un relevo a las figuras que se han retirado, las últimas Vincenzo Nibali y Fabio Aru. Se llama Giulio Pellizzari fue segundo en 2023 en el Tour del Porvenir y mueve la fe ciclista de su país con la misma pasión con la que sube por las montañas.
Pellizzari se quedó a las puertas de ganar su primera etapa del Giro. Le sucedió algo parecido a lo que le había ocurrido el domingo a Nairo Quintana por quien trabajó el Movistar en una etapa recortada por la nieve (pasó de 206 a 118 kilómetros) pero intensa con dos puertos en la parte final y, sobre todo, por la dureza de los 2.000 últimos metros, rampas de garaje por donde ascendió Pogacar a placer para conseguir la quinta victoria. Y aunque pareciera que ganaba por casualidad o por accidente, lo tenía bien estudiado hasta el punto de que cruzó la línea de meta contando con los dedos el quinteto de triunfos que reúne en una ronda italiana donde en vez de competir parece que se pasee.
La verdad es que este martes tampoco hizo un desgaste exagerado. Fue protegido por su equipo, que a la vez estuvo libre de servicio ante el esfuerzo sin prima del Movistar. Julian Alaphilippe, que se merece el premio a la combatividad del Giro, anduvo escapado todo el día, aunque las piernas ya no pudieron impulsar a la bici con fuerza en los exagerados dos últimos kilómetros.
Daniel Martínez, segundo de la general
Fue allí donde Daniel Martínez arrebató la segunda plaza de la general a Geraint Thomas, con el cansancio propio de un corredor que el sábado cumplirá 38 años. La tercera semana se hace muy larga, sobre todo si al líder le da por seguir apuntándose la victoria, con tres etapas de montaña todavía por decidir; este miércoles, entre las cuestas y los prados de los Dolomitas.
Por eso, los italianos, que tratan de ver la luz ante el atroz dominio de Pogacar tuvieron con Pellizzari una razón de peso para alegrarse y festejar la segunda plaza de la etapa como si de una victoria se tratase. Pogacar no tuvo piedad de él, como de ningún otro ciclista, porque es la viva reencarnación de Eddy Merckx 50 años después de la última victoria del ‘Caníbal’ en el Giro y en el Tour, en ese doblete que el fenómeno esloveno quiere conseguir el 21 de julio en Niza -allí acaba este año la ronda francesa y no en París- si ya se le otorga la victoria en el Giro por una abrumadora mayoría absoluta.
Pese al crecimiento de Dani Martínez todos los corredores ya están a más de 7 minutos de Pogacar. Si sigue así llegará el domingo a Roma con una ventaja escandalosa para degustar la pizza que tanto le gusta con suma felicidad en cualquier terraza del Trastevere.