El pasado domingo concluía con un importante hito para el mundo de la literatura patria, al hacerse pública la designación de «Los hijos de la criada», la novela de Sonsoles Ónega, como Premio Planeta 2023.
La escritora y periodista se convertía así en el eslabón más reciente de la rica ‘cadena’ de nombres propios de literatos agraciados con el galardón, que se entrega desde 1952 con el objetivo de destacar la mejor obra escrita en español de cada año.
A priori, podría pensarse que una región tan rica culturalmente como Andalucía, con auténticos protagonistas de la literatura nacional nacidos dentro de sus fronteras, tendría una representación amplia en la historia de los premios, dadas sus más de 70 ediciones.
Sin embargo, si se analiza la procedencia de los vencedores habría que retroceder en el tiempo tres décadas para encontrar impronta andaluza entre el palmarés.
Es curioso teniendo en cuenta que el punto de partida estuvo muy ligado a Andalucía. No sólo porque el primer ganador, Juan José Mira (por su novela ‘En la noche no hay caminos’) fuese natural de La Puerta de Segura, en Jaén. Daba la casualidad que el fundador de la Editorial Planeta, José Manuel Lara Hernández, había nacido en El Pedroso (Sevilla).
La imparcialidad a la hora de fallar estos premios se entiende implícita, pero el encaje con la tierra resultaba llamativo, sobre todo si se observa que tuvieron que pasar 16 años para el siguiente triunfo literario de un andaluz, sevillano para más señas, como fue Manuel Ferrand Bonilla por ‘Con la noche a cuestas’ (1968).
En 1972 el jurado reconoció la labor del malagueño Jesús Zárate Moreno, plasmada en su libro ‘La cárcel’, y ya en 1987 pusieron el foco en ‘En busca del unicornio’, trabajo del jiennense de Arjona Juan Eslava Galán.
Pues bien, apenas cuatro años después llegaría el momento del último andaluz hasta la fecha en recibir el Premio Planeta. Fue otro escritor de Jaén, que se confirma como la provincia con más logros dentro de la historia de este reconocimiento. Más concretamente el ubetense Antonio Muñoz Molina, quien además es académico de número de la Real Academia Española desde mediados de los noventa.
Por ello, desde 1991 ningún Premio Planeta loa el buen hacer de la literatura andaluza. Estuvo especialmente cerca en 2009, cuando el malagueño Emilio Calderón concluyó finalista por ‘La bailarina y el inglés’. Sin embargo la asturiana Ángeles Caso marcó la diferencia con ‘Contra el viento’.
Salvando las distancias de ambas épocas, no es baladí la cifra de 1.129, que supone el total de obras presentadas en esta edición de 2023 y evidencia la complicación del tribunal a la hora de optar por un trabajo en concreto.
En cualquier caso, queda por delante todo un año hasta el siguiente fallo. doce meses que de seguro alumbrarán ricas historias y relatos que engrandecerán, de un modo u otro, el valor de las Letras de Andalucía.