Nebulossa no ganará Eurovisión. Al menos, en las votaciones. Tiene una propuesta que, a pesar del fervor que ha causado en España, es difícil que encaje con los estándares del festival. Sobre todo, los de un jurado que normalmente mira a España con recelo. El año pasado, por ejemplo, éste colocó en novena posición la sublime actuación de Blanca Paloma. Por lo que si mantienen la misma vara de medir, lo más probable es que Zorra arañe pocos puntos por ahí. Ahora bien, otra cosa es que María y Mark extiendan su delirio al resto del Viejo Continente: zorra en lituano, zorra en moldavo, zorra en alemán, zorra en portugués, zorra en croata… El éxtasis puede ser apotósico.
“Llevar este mensaje a Europa es importante. Todas necesitamos estar en igualdad de condiciones y que se acabe la marginación en cualquier universo”, subrayó el dúo tras coronarse como ganador del Benidorm Fest. El 11 de mayo viajará hasta Malmö (Suecia), donde se celebra Eurovisión este 2024, para seguir generando conciencia. Zorra seduce por principios y no por maquillaje. Es un grito de liberación, un himno feminista. Una declaración de intenciones que destaca, frente al ruido de la industria, por su compás enérgico, seductor, inclusivo… No necesita modas para templar el pecho. Sin duda, la meta más ambiciosa para cualquier artista.
Es cierto que, anoche, alcanzó el primer puesto con holgura. Les bastó mirarnos a los ojos para, en el momento preciso, apretarnos el corazón. “Esta canción utiliza la fuerza de tu oponente para derribarlo. Cuando la presentamos nadie nos dijo nada malo. Se la enseñamos a nuestros vecinos y les encantó”, apuntó la pareja. Desconocidos hasta su selección por RTVE, a sus 56 y 49 años, María y Mark han convertido este alegato en el pelotazo de esta edición. La incógnita es si, en Europa, podría repetir la hazaña con tanta precisión. ¿Qué opciones tiene? ¿Se entenderá? ¿Debería cambiar la escenografía? Los expertos responden.
“El mensaje es positivo y rompedor, pero hay que codificarlo. Si algo hemos aprendido de España en Eurovisión es que debemos hacer hincapié en este aspecto. Hemos llevado historias de amor y evocaciones del pasado que, a pesar de la euforia colectiva, no se han entendido fuera”, subraya Luis Mesa, periodista especializado de Euromovidas y Los replicantes. Según él, estamos ante una candidatura rupturista que situaría al país en un nuevo punto de partida tanto conceptual como musicalmente: “Tiene una producción disfrutona. Y, en una edición que ya se adelanta enérgica, jugar la carta de la festividad con una mujer madura es un puntazo”.
Un buen referente es Gustaph, el intérprete belga de 44 años que alzó su Because Of You hasta la séptima plaza en 2023. En ella hablaba de la necesidad de ser uno mismo y abrazar la tolerancia. Un lema que, como el de Nebulossa, también requería una transcripción para que la masa lo hiciese suyo. El júbilo fue instantáneo. Por lo que la puesta en escena, en este sentido, juega un papel fundamental. “Hay que limarla. Es necesario que se entienda a la perfección todo lo que quieren transmitir. Yo me fijaría, sobre todo, en el concepto del videoclip. Sea cual sea el resultado, se diferenciará”, apunta Javier Benito, responsable de El Eurovisivo.
Mujeres no normativas
“Si salgo sola, soy la zorra. Si me divierto, la más zorra. Si alargo y se me hace de día, soy más zorra todavía”, canta Nebulossa. La letra está levantado asperezas en determinados sectores de la población. Son pocos, pero hacen demasiado ruido. ¿El motivo? Juanma Fernández tiene la respuesta: “RTVE tiene entre manos una poderosa arma política de lucha feminista. El objetivo es que las europeas se sientan igual de identificadas que las españolas”. Para el director de Bluper, el reto es claro: “Si lo que queremos es resignificar la palabra zorra, no hay que plantear un cabaret como el de anoche. Debería apostarse por mujeres del estilo de María y no normativas”.
Desterrar el edadismo es el segundo cometido. Lo que, además, les volvería únicos. “Solemos optar por artistas más jóvenes, por lo que van a romper el estereotipo del representante de Eurovisión. Un discurso que, sumado al empoderamiento femenino, al que hay que seguir dando visibilidad, vuelven su propuesta innovadora”, sostiene Fran Justicia, redactor de ESCplus. Frente a los que ponen el grito en el cielo por la ejecución vocal, pide paciencia: “Tienen tiempo para mejorar. Podrían hacer algo similar a lo que llevó Rusia en 2021, donde muchas chicas recalcaban la esencia del tema a través de las pantallas. Fue efectivo”. Manizha finalizó novena.
Candidatura sin complejos
Otro elemento a tener en cuenta es que, en el eurocertamen, como en el Benidorm Fest, puntúa tanto el jurado como el público. Y ahí, vista la trayectoria, la posición de Nebulossa es confusa. “Si, finalmente, el paquete está bien planteado sobre el escenario gracias, en parte, a un mensaje bien canalizado, el público podría empatizar y darnos una sorpresa en el televoto. Otra historia es como la valorarían los expertos de cada país. El fin es hacer entender Zorra a primer impacto visual. No sólo a través de la letra, sino a nivel proyecto”, indica José García, director de Eurovisión-Spain. Por el momento, coincide, hay margen para retocar, repensar, reformular…
Laura Ortiz, directora de El Euroté, se muestra positiva en este aspecto. De hecho, ya hay foráneos coreando Zorra con la pasión de los españoles: “Es una canción de pop ochentero que te atrapa de inmediato. Es distinta y transgresora, dará que hablar. Nebulossa ha llegado para fulminar el mito de que sólo los jóvenes pueden tener un lugar en Eurovisión”. E insiste: “Se trata de una mujer que se ha subido a las tablas para lanzar su grito feminista. Si lo entienden o no, nos debería dar igual. Ojalá provoque el mismo efecto que aquí”. Pocas veces, una candidatura ha despertado tanta devoción.
¿En qué puesto quedará?
A esta altura de la carrera eurovisiva, en la que apenas se conoce una docena de participantes, es difícil predecir el resultado de Nebulossa. Al cierre de este artículo, Zorra ocupaba el puesto 20 de las casas de apuestas. No obstante, habrá que esperar a que se conozca el cartel completo para dar un veredicto. “No nos va a importar demasiado cómo quedemos. Encontrar quorum y alegría en nuestra elección es maravilloso. Ya veremos qué pasa. No me hubiese gustado vivir una ilusión parecida a la de Blanca Paloma durante tres meses para, luego, llevarme un chasco”, dice Mesa. Justicia, en cambio, se moja: “Podemos enamorar a Europa y, por qué no, optar a un top 10”.
Si bien Fernández es más cauto, abre la puerta a la esperanza: “No es una opción competitiva. Dicho esto, el jefe de la delegación de Italia, Nicola Caligiore, dijo una vez que la clave está en ir con algo que nos identifique. Y Zorra es muy representativa”. Una visión que comparte Ortiz, que va un poco más allá: “Es pronto, pero podría conquistar a bastante gente. Y, tal vez, convertirse en el dark horse de la edición”. El tiempo dirá. Aunque, quizá, lo más lógico, sería limitarse a disfrutar del camino. Pues, como concluyen García y Benito, es lo más interesante: “Prefiero esperar y ver qué ofrecen los demás. Pase lo que pase, podemos estar orgullosos”.
Por ‘Lo malo’, ‘Ay, mamá’, ‘Nochentera’…
Por normal general, salvo grata excepción, España siempre ha pensado que para Eurovisión había que escoger aquello que podría encajar mejor… en vez de apostar por aquello que gustaba más. Y que, por tanto, acababan triunfando aquí. Ahí están Lo malo (de Aitana y Ana Guerra), Corazón latino (de David Bisbal), Ay, mamá (de Rigoberta Bandini), Yo quiero bailar (de Sonia y Selena), La revolución sexual (de La Casa Azul), Nochentera (de Vicco)… ¿Es ésta, entonces, una de las pocas veces en la que hemos dado la vuelta a la norma?
“Hemos vivido todo tipo de preselecciones y, por costumbre, nos hemos agarrado a un clavo ardiendo para ganar el festival. Y, casualmente, no lo hacemos desde 1969. Ahora, por fin, hemos decidido escoger lo que nos gusta. Es un ejemplo de madurez importante”, señala Mesa. La creación del Benidorm Fest ha ayudado a que así sea. Según Justicia, “ya no tenemos el ojo tan puesto fuera, sino en lo que nos gusta”. Un punto de inflexión que, tal y como especifica Benito, beneficia a la marca Eurovisión en España: “A mucha gente le daba miedo enviar canciones que aquí tuvieran éxito porque creían que no iban a funcionar”. Error. Pues, sorpresa, la autenticidad siempre se premia. “Es la primera vez que vamos con un éxito viral”, resalta Fernández. A lo que García añade: “Toca ver cómo evoluciona, pero es súper positivo de cara a futuras ediciones”. Zorra es fiel heredera de Ay, mamá, por lo que en cierto modo su victoria es la de Rigoberta también. Y la de todas las demás. “Nuestro festival de la música es factible”, termina Ortiz. “Por primera vez, estamos pensando más en nosotros”.