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Pablo Motos ha dado a conocer en las últimas horas una nueva ‘técnica’ de rejuvenecimiento que rápidamente ha sido denunciado por cientos de expertos e investigadores como una “pseudoterapia engañosa”.
Se trata de una “máquina de regeneración celular”, de las “mejores del mundo”, que ha encontrado en la clínica SHA Wellness de Alicante y ha promocionado muy contento en sus redes sociales.
Sus beneficios eran tan surrealistas que hasta la Ministra de Sanidad, Mónica García, lo ha denunciado en sus redes sociales.
“Las pseudoterapias solo tienen efectos en el bolsillo, en el mejor de los casos”, ha escrito la titular de Sanidad. “La falta de evidencia científica no solo es un engaño: también puede poner en riesgo la salud“.
¿Qué es la “máquina de regeneración celular”?
En el vídeo del presentador de ‘El Hormiguero’, la doctora Anna Baeza de la mencionada clínica, explica que la máquina, que tiene aspecto de “cama rara y espacial” tiene como objetivo “coger el aire de la habitación y convertirlo en plasma atmosférico frío”.
Este plasma frío, que son “muchos electrones libres y protones”, “acceden al cuerpo” para ayudar a la “energía celular”, “estimular el nervio vago” para reducir el estrés y “luchar contra el envejecimiento”.
Tres resultados que, en seguida, han sido desmontados por la comunidad científica porque no tienen ninguna base científica. No hay ningún estudio que las avale ni ningún ensayo clínico que haya demostrado que funciona.
De hecho, desde la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), este breve minuto de vídeo es “pura palabrería pseudocientífica” que “no tiene ninguna plausibilidad de ser real”.
No obstante, hay que desmontar todas las afirmaciones poco a poco.
El plasma frío y su aplicación
El plasma, como asegura Baeza, es un estado de la materia menos conocido que el sólido, líquido y gaseoso. Fue acuñado por Irving Langmuir en 1927 y describe el estado de un gas en una situación de altas temperaturas en el que pierde electrones y se ioniza. Un suceso que ocurre, por ejemplo, en el Sol, formado por Plasma en su mayoría.
Este calor, por supuesto, no puede ser usado en humanos. No obstante, se desarrolló un método de excitación del aire que transmite energía al gas y calienta los electrones libres, pero mantiene el plasma a temperatura ambiente.
Esto es lo que se ha conocido, pues como plasma frío y ha sido probado como un eficiente elemento desinfectante de superficies.
“El siguiente reto era dar un paso más allá y utilizar el plasma frío en la desinfección del aire ambiental“, explica Luis Antonio Sánchez Guillen en un estudio de 2022.
Por eso, se empezaron a fabricar “cámaras de plasma” que conseguían este objetivo en entornos cerrados.
Electrodo de plasma frío / ELECTROMEDICINA
Más adelante, este plasma frío ha protagonizado varios estudios en el campo de la medicina de investigación. Varios ensayos clínicos de muy pocas personas han probado una aplicación controlada del plasma frío en la piel para ver su efecto desinfectando o cicatrizando heridas.
Además, y por lo que se ha hecho más conocido en los últimos años, se ha estado investigando como herramienta para ayudar a tratar tumores. Hay un estudio del Hospital Universitario de Asturias que sugiere que el plasma frío puede ayudar a controlar la muerte de células cancerosas.
No obstante, todas las aplicaciones son cutáneas, al contrario que lo explicado por Pablo Motos.
Es más, un estudio de 2023 deja claro que “las condiciones de tratamiento con plasma frío requieren una mayor optimización y sus mecanismos deben estudiarse más a fondo en la investigación” y asegura que es muy “importante controlar el nivel de intensidad y el tiempo de tratamiento de la terapia con plasma frío”.
Por lo tanto, sin parámetros claros especificados por la comunidad científica, es difícil saber qué pasa exactamente en esas sesiones de 50 minutos por valor de 375 euros en la clínica de Alicante. Ellos aseguran que deben administrarse entre cuatro o cinco sesiones. Los clientes, además, también pueden pagar un programa de siete días de 7.500 euros especializado en “envejecer bien”.
El nervio vago, ATP y la búsqueda de la juventud
La mención del plasma frío en este tratamiento, aunque incorrecta, es lo único que se basa de manera lejana en algo que haya sido investigado y probado por la comunidad científica.
Entre sus declaraciones, señala la estimulación del nervio vago para “estimular el sistema simpático y parasimpático” y “luchar contra el estrés crónico”.
El nervio vago, situado uno a cada lado del cuerpo, conecta el cerebro con casi todos los órganos del cuerpo y su estimulación sirve a veces para tratar la epilepsia o la depresión. Pero, según señala una clínica estadounidense, este tratamiento es a través de simple electricidad y no hay ninguna prueba de que el plasma frío produzca el mismo efecto.
La doctora también menciona la estructura ATP, encargada de darle energía a las células a partir de las grasas o los alimentos que consumimos. “Necesita protones para funcionar y así le damos un chute de energía“, asegura.
Una afirmación que, primero, da a entender que “los protones que van a acceder al cuerpo” se puedan controlar y, segundo, que la estructura ATP necesita un impulso extra para conseguir la energía más allá de la grasa de nuestro cuerpo.
Por último, también menciona que se va a conseguir “neutralizar radicales libres”: “Moléculas que tienen un electrón de menos y son muy agresivos porque quieren cogerle a otras células del ADN ese electrón. Les vamos a dar un electrón y dejarán de ser agresivos”.
Da a entender que esto es una causa del envejecimiento que se puede parar. Una teoría que para nada ha sido probada y que, si ya hubiera resultado efectiva, hubiera ocupado titulares hace mucho tiempo.
El envejecimiento de la piel puede ser provocado por muchos factores y, aunque se combatan, es algo que no puede ser frenado por mucho que los famosos lo sigan intentando.
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