A todos nos suenan: Aspirina, Enantyum, Efferalgan… Son medicamentos analgésicos que, según el Informe del Sistema Nacional de Salud (SNS), publicado por el Ministerio de Sanidad, son los más consumidos en nuestro país.
Le siguen los psicolépticos (antidepresivos) y los que actúan sobre el sistema renina-angiotensina (para pacientes con hipertensión arterial).
Este ‘top ten’ lo cierran medicamentos antiinflamatorios y antirreumáticos y contra padecimientos obstructivos de las vías respiratorias.
Y es una realidad: la población cada vez se medica más.
En 2021, en plena pandemia del coronavirus, se ha marcado un nuevo récord con 1.033 millones de cajas de medicamentos vendidas con cargo al Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, hay algo que no cambia año tras año.
El Nolotil es el fármaco más vendido en España. Solo en el último año, más de 22,4 millones de unidades vendidas.
Se trata de un medicamento para el tratamiento del dolor agudo o intenso tras una operación quirúrgica o post-traumático, tanto de tipo cólico (que empieza y acaba repentinamente y suele ser intenso) como de origen tumoral.
También está indicado para el tratamiento de la fiebre cuando otros fármacos no han hecho efecto.
El principio activo del Nolotil es el metamizol magnésico, así como estearato de magnesio, indigotina, eritrosina, dióxido de titanio y gelatina.
Por ello, solo se vende con prescripción médica y debe utilizarse para tratamientos de corta duración en el alivio de dolores severos.
¿Cuáles son los efectos secundarios del Nolotil?
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) subraya que el efecto adverso más frecuente tras tomar este medicamento es la hipotensión, es decir, la disminución de la presión arterial.
Se manifiesta con falta de concentración, mareos, náuseas, fatiga y visión borrosa, y puede aparecer en una de cada diez personas.
Aunque menos frecuente, a una de cada 100 personas, también pueden presentarse erupciones y reacciones en la piel.
La AEMPS aconseja suspender forma inmediata el tratamiento si aparecen “parches rojizos no elevados, o parches circulares o en forma de diana en el tórax, con frecuencia con ampollas centrales, descamación de la piel, úlceras en la boca, garganta, nariz, genitales y ojos”.
Estos eritemas cutáneos graves pueden ir precedidos de fiebre y otros síntomas gripales. Se debe acudir al médico con la mayor celeridad posible.
Muy raras son las reacciones alérgicas, las erupciones y aparición de habones en la piel o leucopenia (disminución del número de glóbulos blancos en sangre).
No obstante, aunque es muy raro, puede producirse la disminución severa de glóbulos blancos, lo que se denomina agranulocitosis que, a diferencia de la leucopenia, puede producir el fallecimiento.
Agranulocitosis: La peor consecuencia del Nolotil
Como explica la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la agranulocitosis es una enfermedad de la sangre en la que el recuento de granulocitos sanguíneos es bajo. La cifra normal de leucocitos en sangre es de 5 a 7 mil por milímetro cúbico.
Estos leucocitos juegan un papel fundamental en la defensa de nuestro cuerpo contra las infecciones.
“En general, bacterias, parásitos o virus, y también en la respuesta inflamatoria ante cualquier agresión, por ejemplo, un golpe o traumatismo. La existencia de agranulocitosis deja al sujeto con menos defensas frente a las infecciones, y estas pueden ser más graves”.
¿Por qué se produce?
Puede ser causada por varios motivos. La mayoría de ellos debido a la exposición a sustancias químicas.
“Para tratar un tumor maligno se da quimioterapia. Estos medicamentos atacan a las células que se dividen del cuerpo, no solo las cancerosas, por eso es frecuente que el sujeto se quede calvo, y también que se quede sin granulocitos”, subraya la SEMI.
También “surge por una respuesta anómala de nuestro cuerpo a una sustancia, existe una enfermedad autoinmune o anormalidad en el bazo”.
¿Cuáles son sus síntomas?
- Fiebre.
- Malestar general.
- Dolor de garganta.
- Úlceras en la boca.
- Debilidad.
- En el peor de los casos, neumonía o shock.
Tratamiento
El diagnóstico solo se puede realizar mediante un análisis de sangre. Y el tratamiento principal, si se debe al consumo de un medicamento específico, es su suspensión. También se pueden utilizar fármacos que ayudan al cuerpo a aumentar la producción de glóbulos blancos.
Su pronóstico “está en relación con la intensidad de la misma y su duración. En casos extremos es muy grave” y puede causar la muerte debida a infecciones graves.
Otros efectos
No tienen una frecuencia conocida, especifica la AEMPS, pero no deben descartarse:
- Sepsis (infección grave de todo el organismo y que puede producir la muerte).
- Shock anafiláctico.
- Hemorragias intestinales.
- Cromaturia (coloración anormal de la orina).
- Inflamación del hígado.
- Anemia aplásica (fallo en la producción de células en la médula ósea y de la sangre).
- Coloración amarillenta de la piel.