Es cierto que la jornada de luto por excelencia es el 2 de noviembre, Día de Difuntos. Pero Todos los Santos es la festividad en la que se llenan los cementerios para recordar a los que tanto quisimos y ya no están.
Lo que ocurre es que cuando hablamos del luto pensamos en un fallecimiento, y realmente no es así.
En realidad, el luto, el duelo, es la forma de afrontar una pérdida del tipo que sea. Y psicológicamente también provoca un luto posterior:
- Una ruptura de pareja
- Perder un trabajo
- Perder a un ser querido.
Y aunque enfrentar una pérdida del tipo que sea va a ser distinta según cada persona o circunstancia, lo cierto es que existen una serie de etapas que hay que pasar.
Las cinco etapas del duelo que siempre hay que pasar
Como explica a ‘Guías de Salud’ el doctor Xabier Fábregas, director médico y fundador en Clínica Mas Ferriol:
Estas fases, fueron propuestas hace casi 60 años por la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross.
1) La primera de ellas es la negación.
Se trata de aquel momento en el que impera “la incredulidad, el no entender qué ha pasado, por qué esa persona ya no está”, explica el especialista, que añade que “normalmente es una fase corta porque la realidad se impone”.
2) Fase de negociación
Puede ser más complicada en algunos casos, como en las rupturas de pareja. Durante esta etapa “intentamos buscar la manera de revalorar la situación y elaborar estrategias para revertirla”, explica el doctor Fábregas.
Aunque como ya hemos visto es más habitual en problemas sentimentales, lo cierto es que también se puede dar con la muerte de seres queridos.
Por ejemplo, los casos de desaparecidos en los que no se encuentra el cadáver, dificulta mucho hacer el duelo correctamente.
3) La ira.
“Es el momento en el que se expresa el malestar, el rencor por lo sucedido”, comenta el doctor.
4) La tristeza
Etapa en la que uno ya acepta la situación y se producen sentimientos de nostalgia o de pesar. En muchos casos esta etapa es liberadora puesto que significa que ya se empieza a aceptar la situación”.
5) La aceptación la última de las etapas
Es aquella en la que a pesar del dolor que todavía nos acompaña, “nos hacemos a la idea de la pérdida y seguimos adelante”, concluye el especialista.
Deberían pasarse todas antes de unos meses
El transitar por todas estas etapas no es algo lineal. Se pueden alternar y combinar, pero hay que pasarlas y superarlas.
¿En cuanto tiempo? Pues cada persona y sus circunstancias van a determinar el periodo de superación de la pérdida, pero el doctor Fábregas opina que no debería extenderse más allá de unos meses.
¿Qué son los lutos patológicos?
Cuando el duelo de una persona se extiende en el tiempo o se queda encallado en alguna de estas etapas, se produce lo que clínicamente se llama duelo patológico, un duelo no resuelto.
- “En el caso de una muerte la fase más complicada de resolver es la fase de tristeza, porque hay una autocompasión, un lamentarse que puede convertir el duelo en un luto patológico”, explica el experto.
- “En cambio, en las ruputuras de las relaciones sentimentales la fase complicada es la de negociación. Esa persona que sigue insistiendo, que sigue llamando y haciendo todo tipo de intentos para recuperar la relación, hasta llegar al acoso, incluso”, añade.
Así, los especialistas tienen definidas algunas formas patológicas del duelo provocados por no ser capaz de cumplir alguna de las 5 etapas de las que consta.
- Duelo retardado: es aquel en el que, por las circunstancias en que se ha producido la pérdida, no permite iniciar el duelo. “Por ejemplo, un accidente en el que algunos familiares sobreviven y otros no. La atención se va a centrar en el cuidado de los supervivientes, dejando para más tarde la superación de la muerte de los fallecidos”, expone el doctor.
- Duelo exagerado. “Aquel en el que la persona expresa de forma excesiva su padecimiento y su dolor, impidiendo que el resto de afectados por la pérdida tengan espacio para hacerlo. Hace parecer que el resto no siente la muerte o pérdida del ser querido”.
- Duelo crónico. Es el duelo nunca superado. El duelo se convierte “en algo que seguimos viviendo con una intensidad impropia porque ha pasado el tiempo tendría que haberse mitigado el sufrimiento”.
- Luto enmascarado. El luto que no se expresa, bien pudor o por dificultades para expresar las emociones. “El sufrimiento va quedando escondido, no se habla de ello, es como si hubiera ir de puntillas porque el tema incomoda”.
Sea cual sea el caso, el doctor Fábregas señala que:
- “No resolver un luto de forma correcta, estar reviviendo el problema de forma recurrente puede tener graves consecuencias para la salud mental, como estrés postraumático o depresión”.
Afortunadamente esto ocurre en contadas ocasiones, “se puede tardar más o menos tiempo en superar las etapas del duelo, pero normalmente llega la aceptación”.
¿Cómo ayudar a afrontar una pérdida?
Entre los problemas que detecta el doctor Fábregas respecto al duelo la falta de información sobre el duelo es uno de los fundamentales.
- “Nos falta saber cuáles son las etapas para superar una pérdida y comprender que son completamente naturales, que son formas de resolver esas situaciones, sobre todo las sorpresivas. Conocerlas y saber que existen sería bueno para manejar este tipo de situaciones”, explica.
Además de ser conscientes de fases y permitirse pasarlas, el experto considera otra serie de aspectos que nos ayudarán a hacer un duelo más fácil:
- Rituales de despedida. Los tanatorios, funerales y homenajes ayudan mucho a la persona que pierde a un ser querido. “Son maneras de socializar la tristeza y el dolor. Y además de consolar, son necesarios porque forman parte de la representación de la aceptación de que esa persona ya no está y acompañamos a los que se quedan con la intención de seguir viviendo”.
- Tener una red social fuerte. “No es lo mismo pasar un duelo uno solo que tener amigos alrededor, familiares que puede compartir con nosotros la situación”.
- Creencias religiosas. Hay personas a las que también pueden ayudarles sus creencias espirituales que les permiten mirar a la muerte desde otra perspectiva.