El cáncer de mama será el segundo más diagnosticado durante este 2024 según las estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Este tipo de tumor provoca importantes efectos secundarios en las pacientes, tanto por la propia enfermedad como debido a los tratamientos que se utilizan para tratarlo.
Entre estos efectos destacan aquellos relacionados con el aparato digestivo, unas molestias que tal y como indican desde el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama, pueden ser aliviados si se siguen unos hábitos y dieta adecuados.
Aunque la mayoría de estos efectos secundarios desparecen cuando termina el tratamiento lo cierto es que “pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de las pacientes” señala la doctora Ariadna Tibau, oncóloga médica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, de Barcelona, e investigadora de GEICAM.
Como aliviar las náuseas y los vómitos
Las náuseas y los vómitos son uno de los problemas más habituales cuando una paciente se somete a quimioterapia. Para paliarlos, Ester Nadal, dietista nutricionista del Servicio de Alimentación y Dietética de L’Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, hace algunas recomendaciones:
- No obligarse a comer.
- Dejar que el estómago repose.
- Beber líquido cada 10-15 minutos a pequeños sorbos, sobre todo en episodios más agudos de vómito.
- La especialista señala que entre los alimentos más indicados en estos casos son los de más fácil digestión como los alimentos secos (por ejemplo, pan tostado o galletas saladas).
- Es mejor realizar muchas comidas sin grandes cantidades cada una.
- La comida mejor que este a temperatura ambiente o fría.
- En cuanto a la forma de cocinar, la especialista recomienda hacerlo al vapor, hervido o la plancha.
- Por último, “alimentos como el jengibre o la menta pueden tener efecto antiemético (contra los vómitos y nauseas)”, señala la dietista.
Cómo combatir la alteración del gusto
Otro de los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos es la disgeusia, es decir, la alteración del sentido del gusto. En estos casos los pacientes notan un sabor metálico molesto. A este respecto, las expertas del Grupo GEICAM, proporcionan algunas pautas:
- Mantener una correcta higiene oral.
- Enjuagarse la boca con manzanilla.
- Mascar chicle o caramelos sin azúcar.
- Usar cubiertos y utensilios de cocina de madera o de plástico en lugar de metálicos.
En cuanto a los alimentos para paliar la disgeusia, señalan las frutas ácidas y el agua con gotas de limón, como las más indicadas. Así, para ingerir la proteína necesaria, se pueden macerar las carnes o los pescados con condimentos ácidos.
“También aconsejamos a los pacientes que preparen platos distintos a los que están acostumbrados, porque al no tener el recuerdo del sabor anterior al metálico, esto puede ayudarnos a no ser tan conscientes de ese sabor metálico”, explica Ester Nadal.
Acidez de estómago
También la acidez de estómago está muy presente en aquellas mujeres en tratamiento por un cáncer de mama, a causa de la quimioterapia o determinados tratamientos hormonales. Para estos casos, además del uso de protectores de estómago, las expertas recomiendan:
- Evitar los alimentos como ácidos o picantes que pueden “irritar la mucosa gástrica”.
- En estos casos también se recomienda optar por cocinar al vapor o hervido. A la plancha no porque “puede irritar la mucosa gástrica”.
- Evitar las carnes fuertes, el café y los lácteos, sobre todo la leche.
Mucositis
La mucositis es un enrojecimiento o la aparición de pequeñas lesiones en la mucosa de la boca que duelen a comer. “Para los oncólogos es importante hacer un buen control de este efecto secundario porque puede llegar a obligar a interrumpir el tratamiento”, apunta la doctora Tibau.
Así, en el caso de que esta molestia se agrave, las nutricionistas recomiendan:
- Dieta líquida.
- Evitar el alcohol, el café y los alimentos ácidos.
- No tomar alimentos duros (frutos secos, verduras crudas)
- Se pueden aliviar las molestias tomando cubitos o polos de hielo y enjuagues como por ejemplo de tomillo.
- Mantener una buena hidratación.
- Comer poco a poco y masticar muy bien.
Diarrea y estreñimiento
Algunos tratamientos como los inhibidores de ciclinas, la inmunoterapia o los anticuerpos unidos a una quimioterapia, pueden producir diarrea. En estos casos además de los fármacos que el especialista puede prescribir, la dieta es fundamental.
Así, la paciente debe optar por realizar muchas comidas con pequeñas cantidades de alimento. Además:
- Beber agua en abundancia. El suero fisiológico también puede ayudar.
- Optar por alimentos astringentes (agua de arroz o de zanahoria, pan tostado blanco, té como infusión, puré de patata o compota de manzana o de plátano maduro).
- En cuanto a los lácteos, solo se recomienda el consumo de yogures.
- Alimentos de fácil digestión, como el pollo.
- Alimentos cocidos.
- Evitar las frutas, las verduras crudas, legumbres y los alimentos grasos.
En cuanto al efecto contrario, el estreñimiento, la doctora Tibau señala que “es crucial abordar este efecto secundario desde el principio para prevenir complicaciones como hemorroides o fisuras anales. Aunque existen tratamientos laxantes altamente eficaces, la actividad física y la dieta desempeñan un papel importante”.
Para el estreñimiento es clave:
- Mantenerse bien hidratada.
- Consumir alimentos ricos en fibra.
- Es importante un buen aporte de grasa, como aceite de oliva, pues puede favorecer la formación del bolo, aunque hay que evitar los aceites refinados.
Cómo abordar el aumento de peso
Hay algunas pacientes, especialmente aquellas desarrollan menopausia tras recibir tratamiento contra el cáncer de mama, que ven como su peso se incrementa. También les ocurre a aquellas que reciben determinadas terapias que producen retención de líquidos o aumentan el apetito.
En estos casos, las especialistas advierten que practicar ejercicio físico y la alimentación son básicos para el control del peso. A este respecto recomiendan:
- Mantener una buena hidratación evitando las bebidas azucaradas.
- Seguir una dieta rica en verduras, frutas, legumbres y proteína de buena calidad.
- “Se aconseja preparar un plato único que incluya los nutrientes necesarios: la mitad, de verdura y fruta; un cuarto, de carbohidratos; y el cuarto restante, de proteínas (carne en su justa medida, pescado, huevos y proteína vegetal)”, señalan.
- Reducir el consumo de grasas y evitar los productos ultraprocesados, refinados y ricos en azúcar.