La celebración de los Gay Games en València en 2026 puede complicarse si no se resuelve el conflicto surgido por la reciente creación del Comité Organizador, órgano que se dio a conocer el pasado viernes 8 de marzo y que quedaba configurado con la presidencia de la alcaldesa María José Catalá, al margen de seis vocalías que corresponden a Generalitat, Diputación, Fundación València Diversitat, Club Esportiu LGTB + Samarucs València, Fundación Deportiva Municipal y Fundación Visit València.
Una estructura distinta a la acordada con el anterior gobierno municipal y que ha creado malestar entre los colectivos LGTBI, hasta el punto de emitir un comunicado conjunto en el que renuncian a apoyar y participar en el mencionado comité, añadiendo además que «el cambio de enfoque ejecutado por el Ayuntamiento sin la aprobación de la Federación Internacional de los Gay Games podría suponer que dicha entidad retirase la licitación de los Juegos a la ciudad de València, optando por otra sede alternativa». Una opción recogida en el contrato que se firmó en 2022.
La Fundación Deportiva Municipal (FDM) pasa a ser, según este Comité Organizador anunciado, la encargada de gestionar los Juegos en lugar de la Fundación València Diversitat, al entender desde el Ayuntamiento que el control último del evento debe ser institucional, con la responsabilidad económica y de gestión. Un enfoque distinto al anterior, en el que el equipo de Gobierno de entonces contemplaba transferir la organización a los distintos colectivos implicados en el evento, aunque no se llegó a cerrar esta ‘cesión’ antes del cambio de Gobierno.
A pesar de ello, en abril está prevista una visita de la Federación Internacional de los Gay Games a Valencia para reunirse con todas las partes y valorar los pasos dados hacia la organización del evento. Una oportunidad de acercar posturas entre las partes, pero también bajo la presión de no acabar perdiendo la celebración del evento en el que caso de que la Federación no comparta el enfoque del mismo.
Pese a esta posibilidad real plasmada en el contrato, según fuentes municipales consultadas por SUPER, aseguran que «se ha creado un Comité en el que están representadas las instituciones y entidades, ya que los Gay Games son de todos y desde el Ayuntamiento se siguen dando pasos hacia la celebración de los Gay Games».
Tras un año de negociaciones e intercambios de borradores para buscar un punto de encuentro en la configuración del Comité, finalmente no se ha llegado a un acuerdo al respecto y desde las organizaciones LGTBI+ se critica el poco peso que tendrían sus votos en la toma de cualquier decisión. «A las organizaciones LGTBI+ únicamente se les asigna dos del total de ocho votos en el Comité, mediante sendas vocalías a la Fundación València Diversitat y al Club Esportiu LGTBI+Samarucs Valencia, lo que en la práctica supondría dejar la toma de cualquier decisión en manos de la administración», señalan en su comunicado.
En este sentido, añaden también que «en consonancia con la petición realizada por la Federation of Gay Games, la Fundació València Diversitat, Lambda, Avegal y Dracs, consideran que debe ser el colectivo LGTBIQ+ quién lidere unos juegos que llevan su nombre, ‘Gay Games València 2026’; y que ello debería hacerse precisamente a través de aquellas organizaciones que, en representación de todas las personas y entidades de este colectivo, presentaron, defendieron y ganaron este proyecto para todos los valencianos y valencianas.
Pese a todo, concluyen su comunicado haciendo un llamamiento para que «el Ayuntamiento se replantee su postura y retome un diálogo que permita que los colectivos LGTBI+ asuman la organización efectiva de los Juegos, siguiendo los parámetros establecidos por la ‘Federation of Gay Games’.