El tenor internacional Plácido Domingo ha regresado por tercer año consecutivo a Marbella y ha convertido la velada en un homenaje a la zarzuela. “La música de mis padres”, ha dicho a modo de introducción antes de desgranar un completo repertorio con marcado acento español.
Apasionado confeso del conocido como ‘género chico’, creció escuchándolo y en él dio sus primeros pasos siendo joven. No han faltado en esta cálida noche estival piezas de las populares zarzuelas ‘Luisa Fernanda’ (Federico Moreno Torroba), ‘El Gato Montés’ (Manuel Penella) o ‘Doña Francisquita’ (Amadeo Vives).
Precisamente a su madre, Pepita Embil, se ha referido el artista en un momento de la actuación y al ver imágenes de la que muchos consideran “la reina de la zarzuela mexicana” y de él mismo junto a ella, la emoción le ha podido durante unos segundos. El público, al que ha puesto en pie varias veces durante el concierto, le ha brindado un caluroso aplauso y el cantante ha demostrado su saber estar sobre el escenario y que, a pesar de los años, sigue contando con una voz privilegiada.
La Sinfónica de Málaga, impecable
Acompañado por una impecable Orquesta Sinfónica de Málaga, en esta ocasión ha actuado junto a la soprano catalana Serena Saenz y el tenor jerezano Ismael Jordi que, al igual que el maestro Domingo, han arrancado los aplausos del respetable en más de una ocasión.
La actuación, que ha comenzado unos minutos después de la hora prevista, se ha extendido casi dos horas en las que el tenor ha cedido gran parte del protagonismo a sus compañeros de reparto, que han realizado una excelente y aplaudida interpretación.
Al margen de la gran actuación de Serena Saenz y de Ismaiel Jordi, y del buen hacer de la Sinfónica, los presentes se han quedado con ganas de más Plácido Domingo.
Según el público, “Ha cantado poco”
Y es que el artista “ha cantado poco” -comentaban un grupo de señoras a la salida del concierto- y su interpretación, aunque ha dejado claro porqué el madrileño es una de las figuras más destacadas del panorama operístico del siglo XX, ha sabido a poco.
En sus conciertos anteriores en el festival marbellí Plácido Domingo sorprendió cantando junto a la popular Marta Sánchez y hasta en dos ocasiones ha llegado a despedir el concierto entonando el himno de España al que la cantante ochentera puso letra hace unos años. Esta vez ha elegido para poner el broche de oro final, uno de sus temas imprescindibles: Granada. Su exquisita interpretación ha valido la pena y así lo ha creído el público, que ha regalado al maestro una ovación de varios minutos.