Apenas a seis kilómetros del mar en línea recta y frente a las costas de la Axarquía malagueña se eleva el Pico del Cielo, una joya natural escondida en la provincia de Málaga a 1.508 metros sobre el nivel del mar. Este impresionante mirador, aunque poco conocido, recompensa a quienes se aventuran a conquistarlo con unas vistas espectaculares del Mediterráneo y toda la comarca casi hasta el límite con Granada.
El sendero que conduce hasta este pico parte desde el popular municipio de Nerja, conocido por sus playas y su cueva. A medida que se asciende, el paisaje cambia, revelando la diversidad de ecosistemas que caracterizan a la sierra.
La dificultad de la subida, marcada por un terreno escarpado y la ausencia de fuentes naturales, se compensa con creces por la satisfacción que produce culminar la ruta y disfrutar de la inigualable panorámica del mar y el horizonte en el que se funden Europa y África.
Si bien, el Pico del Cielo no solo es famoso por sus vistas. Este entorno fue testigo de algunos de los episodios más cruentos de la posguerra española, cuando los maquis, los últimos rebeldes antifranquistas, utilizaron la Sierra de Almijara y Tejeda como refugio y campo de batalla entre 1945 y 1954.
Las cicatrices de esa época, marcada por el miedo y la resistencia, aún resuenan en los pueblos de la zona, como también las leyendas de los bandoleros y guerrilleros que encontraron en estas sierras un lugar para sobrevivir, luchando contra los invasores franceses, o mozárabes o moriscos perseguidos por uno u otro fundamentalismo.
Aunque el recorrido es exigente y no recomendable en verano debido a la falta de de fuentes naturales para proveerse de agua, quienes se atreven a desafiarlo encuentran en el Pico del Cielo un rincón de paz donde la naturaleza ofrece un espectáculo visual único.