A parte de mosquitos o avispas hay otras picaduras que pueden provocar problemas graves durante los meses de verano, las de garrapata. Las picaduras de estos parásitos no suelen provocar dolor ya que inoculan una sustancia anestésica y anticoagulante que lo evita. El problema es que estos desagradables bichos pueden provocar en los humanos enfermedades graves, como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo que este mismo verano ha ocasionado el fallecimiento de una persona.
Pero, aunque esta patología es la más conocida, las garrapatas también pueden causar otra enfermedad denominada Lyme. Tal y como explican desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) se trata de “una infección bacteriana causada por la espiroqueta Borrelia burdogferi, que se transmite a través de la picadura de la garrapata dura (lxodes rinicus) presente generalmente en zonas húmedas durante los meses de calor”.
Síntomas de la enfermedad de Lyme
La enfermedad de Lyme es una patología de declaración obligatoria sobre la que se ha detectado en los últimos años un aumento de las hospitalizaciones por su causa. Pero además, los expertos de la SEMES advierten de que, “sin el tratamiento adecuado, esta patología se cronifica, de ahí la importancia de una intervención temprana y adecuada” para evitar posibles complicaciones.
Y en esta línea identificar los síntomas de esta patología es crucial porque, lamentablemente, se pueden confundir con otras enfermedades. Lo primero que hay que saber es que la enfermedad de Lyme se desarrolla en varias fases. Como explican los especialistas en urgencias, en la primera los síntomas más característicos son:
- Sarpullido. Esta reacción se produce alrededor de la zona de la picadura, adquiriendo como una forma de diana en torno a ella, y no suele doler ni picar, aunque si está caliente al tacto.
- Dolores musculares y articulares.
- Dolor de cabeza.
- Fiebre.
- Cansancio extremo.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
En el caso de que a través de estos síntomas no se identifique la enfermedad y no se trate, se pasaría a una segunda etapa donde se produce un empeoramiento sustancial y donde el paciente puede sufrir problemas más graves como:
- Aparición de palpitaciones cardiacas irregulares.
- Meningitis.
- Parálisis facial.
- Inflamación cerebral.
- Artritis en las articulaciones.
- Anomalías en el sistema nervioso.
Afortunadamente si existen antibióticos específicos para tratar la enfermedad de Lyme. El tipo de antibiótico que se aplique va a depender de los síntomas desarrollados y la etapa en la que se encuentre el paciente.
Cómo protegerse ante las garrapatas
La única forma de prevenir esta grave infección bacteriana es evitar la picadura de las garrapatas durante los meses de calor. Y para conseguirlo, los especialistas del SEMES ofrecen algunas recomendaciones:
- En los paseos por zonas de campo o montaña lo mejor es utilizar ropa que cubra todo el cuerpo (pantalón largo y camiseta de manga larga remetida en el pantalón). Además, si son de colores claros mejor.
- El calzado debe ser cubierto. Además, se debe introducir el pantalón en el interior del calcetín para no dejar huecos que permitan el paso de los parásitos.
- Usar repelentes de garrapatas. Los mejores son aquellos que contienen el 0,5% de permetrina.
- No transitar por zonas de maleza, mejor ir por los caminos existentes.
- Al llegar a casa los expertos recomiendan desprenderse de la ropa y lavarla a 60ºC.
- Además, hay que ducharse lo antes posible y aprovechar para revisar bien el cuerpo en busca de posibles picaduras de garrapata.
Si a pesar de todas las precauciones nos encontráramos con este escenario, el doctor Julio Muñoz, médico preventivista del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, explica cómo actuar: “Se debe eliminar lo antes posible, pero sin tirar de ella ni rascarse. Tampoco se debe usar algodón empapado en alcohol, ni aceite ni vaselina. No presionarla para que no disperse su sangre y tampoco esperar a ver si se desprende sola”.
La mejor forma de extraerá es hacerlo “cuidadosamente con pinzas de borde romo (para no seccionarla), cogiéndola lo más cerca posible de la cabeza. Así se evita que la boca del parásito quede adherida a la piel”. Una vez que somos conscientes de la picadura debemos observar como evoluciona nuestra salud y acudir a un servicio de urgencias ante cualquiera de los síntomas ya vistos.