Nuevo acto violento en el fútbol balear. Esta vez ha sido en un partido de la categoría infantil de fútbol-7, entre el Paguera y el Recreativo Arenal (7-3), aunque durante el encuentro no se ha producido ningún incidente. Ni entre los jugadores ni con el árbitro. Todo iba bien… hasta que en la grada han empezado los problemas, según ha informado ‘Actualidadfutbolbase’ en su cuenta de instagram, ya ha acabado el encuentro.
Uno de los padres del equipo local, con una actitud más intensa de lo habitual en este tipo de partidos de categorías base, se ha encarado con el progenitor de uno de los jugadores visitantes cuando el encuentro ya había finalizado, según ha podido saber Diario de Mallorca, del grupo Prensa Ibérica.
La situación ha ido subiendo de tono y ambos se han zarandeado, con desgraciado desenlace para el seguidor del Arenal, que se ha caído y se ha fracturado la clavícula. En esta situación, el resto de visitantes se han dirigido al lugar en donde estaba situado el presunto agresor. En esa acción ha reaccionado también el público local, produciéndose un tumulto en la grada.
Guardia Civil y una ambulancia
El alboroto ha elevado su intensidad y se transformó en una pelea multitudinaria, que por fortuna no ha ido a más y que ha acabado con la presencia de la Guardia Civil y de una ambulancia en el Pas de ses Llebres, el campo de fútbol de Peguera.
Ahora todo queda pendiente de que la persona que ha sufrido las lesiones decida interponer una denuncia y, en el ámbito deportivo, de que la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB) decida investigar lo sucedido por si es susceptible algún tipo de sanción a los clubes.
Curiosamente, este suceso ha ocurrido una semana después de que la FFIB haya puesto en marcha una campaña para erradicar la violencia en los campos de fútbol. “El mayor daño es a nuestro fútbol base, que ve cómo se normalizan los insultos y los gritos y, en ocasiones, acaban en violencia”, señalaban desde la Territorial en un comunicado en el que el presidente Pep Sansó sentenciaba: “El fútbol no puede permitir que se normalice la violencia. Basta”.