Llega el buen tiempo y ponerse moreno se convierte en la prioridad de muchas personas, que quieren lucir una piel más bronceada con su ropa más corta, sin preocuparse por los riesgos que esto puede tener.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y, a menudo, pasa desapercibido a la hora de cuidarlo. Aunque la importancia de la crema solar es de sobra conocida, hay quién prescinde de ella cuando quiere ponerse moreno.
Además, en redes sociales se ha extendido la idea de que, quien quiera, puede ponerse “moreno desde interior” con pastillas, y hasta gominolas, que ayudan a tostar el tono de tu cuerpo.
Por eso, hemos contactado con una experta para conocer a fondo qué son estos suplementos para la piel y sí realmente son beneficiosos y efectivos.
¿Qué son los suplementos de bronceado?
Las pastillas para el bronceado son uno de los métodos más recomendados en los últimos meses para conseguir ponerse moreno sin esfuerzo. Un suplemento que se puede adquirir en la mayoría de los supermercados y que suele estar formados por una combinación de betacaroteno y cantaxantina.
Dos compuestos que, según Mariangela Tabone, biotecnóloga y profesora de la Universidad Europea, pueden ayudar a “mejorar el bronceado de la piel, proporcionar cierta protección contra los daños solares y promover una apariencia saludable”.
No obstante, “no hay evidencia sólida de su eficacia”. “Aunque se afirma que los suplementos de bronceado pueden mejorar el bronceado de la piel, la evidencia científica que respalde estas afirmaciones es limitada”.
¿De qué están compuestas las pastillas para el bronceado?
“El ingrediente activo más común es el canthaxanthin. Este es un carotenoide que se encuentra naturalmente en cosas como hongos, bacterias, crustáceos, truchas de mar y algas”, explica Tabone: “Está aprobado por la FDA en pequeñas cantidades para uso como agente colorante en alimentos”.
El ingrediente, cuando se consume en forma de suplemento, se deposita en la epidermis y grasa cutánea y favorece la “apariencia anaranjada-marrón de la piel”.
El beta-caroteno, por otra parte, otro carotenoide, “contribuye al pigmento amarillo que se encuentra en la piel humana” y suele obtenerse en frutas y verduras.
“Se cree que su deposición en la piel contribuye a la fotoprotección, protegiendo contra los efectos perjudiciales de la exposición a la luz UV natural y artificial, y aumentando la cantidad mínima de exposición a los rayos UV requerida para causar una quemadura solar“, asegura la experta.
Además, está demostrado en estudios con personas con mucha ingesta diaria de fruta, verdura y beta-caroteno, que tienen una piel más amarilla.
Por lo tanto, si encuentras estos ingredientes en algunos suplementos para el moreno, conseguirás “un bronceado más rápido y duradero” y un “desarrollo de un tono de piel más dorado y saludable al aumentar la cantidad de pigmento amarillo en la piel”.
Los suplementos de bronceado pueden mejorar el bronceado de la piel, aunque la evidencia científica que respalde estas afirmaciones es limitada
¿Qué riesgos conllevan?
Un resultado de apariencia milagrosa con el que hay que tener mucho cuidado. A pesar de que su compra está abierta el público general, Tobone asegura que es necesario “utilizarlos con precaución y bajo la orientación de un profesional de la salud”.
El canthazanthin tiene muchos efectos secundarios si su uso es excesivo o inadecuado. Algunos ejemplos son:
- Daño hepático
- Trastornos gastrointestinales
- Urticaria
- Retinopatía
- Anemia aplásica potencialmente mortal
- Reacciones alérgicas
Por eso, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) ha prohibido las pastillas de bronceado que contienen canthaxanthin tras un estudio en el que se ha comprobado los efectos adversos significativos cuando se ingieren en grandes cantidades.
El resto de ingredientes no se quedan atrás. El beta-caroteno sintético está asociado con “un mayor riesgo de cáncer de pulmón entre quiénes fuman”. Un efecto muy contradictorio con el supuesto uso como antioxidante.
Además, la ingesta de estas pastillas de bronceado no te protegerá del riesgo de cáncer de piel derivado de la exposición excesiva al sol. “Los suplementos de bronceado pueden dar a las personas una falsa sensación de seguridad, lo que podría llevar a una exposición excesiva al sol sin protección adecuada”, advierte la experta.
Un producto peligroso que “no están regulados de la misma manera que los medicamentos” y pueden tener “presencia de ingredientes no declarados o contaminantes”. Un riesgo que hay que tener en cuenta especialmente si estamos tomando otros medicamentos recetados.
Métodos naturales para ponerse moreno
El bronceado se produce por el aumento de la producción de melanina del cuerpo. Un pigmento oscuro que actúa como defensa natural contra el daño causado por la radiación ultravioleta (UV) del sol transfiriéndose a la epidermis y aumentando la pigmentación del cuerpo.
Un proceso natural que, según la doctora, se puede conseguir con una “exposición al sol moderada durante las horas de menor intensidad como por la mañana temprano o por la tarde”.
Otros métodos que pueden ayudar son:
- Consumir alimentos ricos en betacarotenos como zanahorias, batatas, calabazas, espinacas y albaricoques. “Los betacarotenos, precursores de la vitamina A, son esenciales para la salud de la piel y pueden mejorar su tono”, explica la doctora.
- Los aceites esenciales de coco, almendras dulces o zanahoria mantienen la piel hidrata y pueden resultar útiles si se aplican antes o después de la exposición al sol.
- La exfoliación regular de la piel para tener un bronceado uniforme y duradero, ya que promueve la regeneración celular.
Técnicas que, en todo caso, siempre tienen que estar combinadas con la protección solar y, si se tiene algún tipo de sensibilidad cutánea o historial de problemas en la piel, deben estar consultadas con un dermatólogo.
Este tipo de personas deben limitar su tiempo de exposición al sol, sobre todo al principio de la temporada de bronceado. “Pueden comenzar con sesiones cortar y aumentar gradualmente el tiempo a medida que la piel se acostumbra”, añade.
¿Cuánta crema solar se debe usar?
Para protegerse del sol y reducir el riesgo de cáncer de piel y envejecimiento prematuro de la piel, mínimo se debe usar un factor de protección solar (FPS) de al menos 30 o superior en las zonas más expuestas: la cara, el cuello, los brazos y las piernas.
“Es esencial aplicar una cantidad suficiente y volver a aplicar cada dos horas o después de nadar o sudar. Es aconsejable evitar las horas pico de radiación UV, que suelen ser entre las 10 de la mañana y las 16 h de la tarde”, recomienda Tobone.
Y, para proteger todavía más la piel hay que recordar que la ropa ancha y ligera, las gafas de sol y los sombreros son esenciales. Otro consejo importante es mantenerse hidratado, ya que se pierde líquidos a través del sudor.