Apenas apagado el brillo de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos, París quiere aprovechar el tirón que ha tenido ese evento para lanzar los Paralímpicos, que quieren que sean “los mejor de la historia”.
Esa es la ambición mostrada este lunes por el presidente de París 2024, Tony Estanguet, que tras reunirse en el Elíseo con Emmanuel Macron encabezó un acto de lanzamiento de los Paralímpicos en el que, señaló “se ha demostrado la capacidad de hacer las cosas muy bien y ahora llega la segunda vuelta”.
En París 2024 están convencidos de que los Juegos Olímpicos han generado un movimiento que seguirá entre el 28 de agosto y el 8 de septiembre.
La prueba, según Estanguet, es que la venta de entradas para los Paralímpicos se ha disparado en las últimas dos semanas: París 2024 ha logrado ya colocar 1,4 millones de entradas, de las cuales 400.000 después de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos el 26 de julio pasado.
“La gente se ha quedado con ganas de más y ahora tienen la oportunidad de seguir animando a los deportistas”, dijo Estanguet, que señaló que quedan entradas para casi todos los deportes y muchas a precios asequibles: 75.000 entradas a 15 euros, 300.000 a 25 euros.
El presidente del Comité Paralímpico Internacional, el brasileño Andrew Parsons, aseguró que “buena parte del éxito de los Juegos ha sido la gran movilización popular, con sedes llenas en todos los deportes”, una estela que espera que continúe.
“Estoy convencido de que los de París serán los más espectaculares Paralímpicos de la historia, visto lo que se vio en los Olímpicos”, aseguró.
Si en julio pasado la tarea del comité organizador consistía en entusiasmar a un público que no parecía convencido de los Juegos, ahora intentan que no descienda el fervor popular.
Para ello comenzarán con un nuevo relevo de la antorcha olímpica que durará cuatro días, que pasará por manos de 1.000 porteadores y atravesará 50 grades ciudades y todas las regiones del país.
A diferencia del relevo olímpico, el Paralímpico comenzará en doce puntos de la periferia del país y convergerá en la capital, donde la ceremonia de inauguración tendrá lugar en la plaza de la Concordia, con capacidad para unos 65.000 espectadores.
En el Grand Palais se volverá a celebrar la esgrima, en silla de ruedas, y el taekwondo, mientras que el Palacio de Versalles albergará la paraequitación.
El estadio bajo la torre Eiffel, donde se disputó el vóley playa, se adaptará para el fútbol para ciegos, y el Estadio de Francia de Saint Denis seguirá siendo el epicentro de los Paralímpicos, para atletismo.
La Arena Porte de la Chapelle mantendrá el bádminton y también acogerá la competición de halterofilia como novedad, mientras el voleibol sentado será en el Centro de Exposiciones de Villepinte, conocido durante los Olímpicos como Arena París Norte, donde tuvieron lugar las competiciones de los Juegos de boxeo y el pentatlón moderno.
El tenis en silla de ruedas se mantendrá en Roland Garros, y el remo y el piragüismo adaptado en el complejo náutico de Vaires-sur-Marne; La Arena Champs de Mars seguirá siendo el escenario del para judo y, La Défense el de la para natación.
Aunque muchas instalaciones seguirán en uso, se realizarán ajustes en diseño y accesibilidad para adaptarse a las necesidades de los atletas paralímpicos.