La crisis de resultados del Valencia Basket se extendió anoche en tierras helenas, donde los de Álex Mumbrú cayeron sobrepasados por un superequipo como es el Panathinaikos de Ergin Ataman. Los atenienses, que disponen de una plantilla confeccionada para aspirar sin complejos al título de campeón de Europa, marcaron la diferencia claramente en una primera mitad en la que convirtieron una decena de triples por solo dos de los valencianos.
El lanzamiento exterior en el Valencia, que no se decidió al fichar finalmente un escolta tirador, y que tuvo cerca en verano a Matt Thomas, es un problema que se agrava. Además, los ‘taronja’, que enlazan cuatro derrotas en apenas semana y media (Madrid, Barça, Baskonia y Panathinaikos), han perdido la chispa defensiva con la que defendían hace solo unas semanas. Desde los primeros compases del duelo, los griegos jugaron con una marcha en el motor. Marius Grigonis, Jerian Grant y Konstantinos Mitoglou golpearon de tres en tres mientras el Valencia respondía como podía. Todavía mantenía el tipo tras un triple de Josep Puerto (13-10, m. 4), pero los verdes se dispararon alternando la puntería letal de Grant desde el exterior con el músculo interior de Mathias Lessort (21-10, m. 6).
Las entradas de Víctor Claver y Xabi López-Arostegui para cerrar el grifo griego de los triples aumentaron la agresividad en la primera línea. Y, junto a la aparición en la escena de Chris Jones, mitigaron la caída por unos minutos. La conexión del base de Texas con Boubacar Touré en los aires y cuatro puntos consecutivos de Nate Reuvers hicieron albergar una ligera esperanza (24-18, m. 10), antes de que Eleftherios Mantzoukas castigase cerca de la bocina con un nuevo triple (27-18, m. 10).
El segundo cuarto arrancó con otros tres puntos del ala-pívot griego. El octavo latigazo del Panathinaikos en 11 intentos desde más allá de los 6,75 m -esta vez obra del escolta por el que suspiraba el Valencia BC, Kendrick Nunn- obligó a Mumbrú a pedir rápidamente tiempo muerto (33-18, m. 12). La distancia se alargó hasta los 18 puntos tras un nuevo triple, ahora un dardo frontal de Luca Vildoza.
Los ‘taronja’ se tambalearon hasta que Semi Ojeleye trató de rescatarlos. Un primer 2+1 del alero de origen nigeriano, sumado a los puntos de Touré, Jones y López-Arostegui, dio con un 0-9 de parcial para los valencianos (36-27, m. 15). Asimismo, el Panathinaikos había empezado a errar desde el perímetro, desde donde Ojeleye contestaría a un 2+1 de Kostas Sloukas, que seguía moviéndose demasiado suelto en la dirección del juego ateniense. Semi enlazó diez puntos en el cuarto, pero se quedó solo como arma ofensiva de un equipo sin amenazas exteriores.
Una antideportiva de Claver y una técnica a Mumbrú se convirtieron en opciones extra para que los griegos volviesen a irse por encima de la decena. La desventaja en el descanso se estabilizó en 14 puntos después de que Kassius Robertson, un tirador que no cuaja, solo replicase con un tiro libre a los dos anotados por Nunn (49-35, m. 20).
Pérdidas y desconexiones
En los minutos iniciales del tercer cuarto, el Valencia Basket entregó la toalla. Mientras Mitoglou no fallaba debajo del aro, los visitantes apenas pudieron encestar un triple de López-Arostegui entre un sinfín de pérdidas. Lessort y Grant machacaron a su rival, ausente en cuerpo y alma. La contundencia contra el aro del ‘5’ francés del ‘Pana’ llevó la distancia por encima de la veintena (62-40, m. 24).
En el tercer periodo, únicamente Ojeleye y Touré parecían conectados al choque. Aunque los puntos de ambos apenas sirvieron para que el videomarcador no se fuese a cifras de vergüenza. Cuatro puntos en un instante de Jared Harper, inoperante hasta entonces, recortaron la renta griega (70-53, m. 30).
El encuentro se adentró en el cuarto final mientras la hinchada del OAKA celebraba confiada, desde bastantes minutos atrás, el triunfo de los suyos. No temían viendo la desconexión como equipo del Valencia. No obstante, ese exceso de confianza invadió también al bloque de Ataman sobre el parqué, un contexto en el que los naranjas consiguieron arrancar un parcial de 0-7, gracias a la velocidad ofensiva de Harper y a los tiros desde la línea de los libres (72-60, m. 33).
A nueve puntos llegó a acercarse el Valencia BC fruto del nerviosismo en los jugadores locales -traducido en una última pérdida de Grigonis- y la conexión de Jones con Jaime Pradilla (75-66, m. 35). Pero una falta en ataque de Brandon Davies, sus protestas y la técnica de los árbitros terminaron con los de Atenas, otra vez, 14 arriba (80-66, m. 36). Un intento final, sin fe, rebajó el margen a diez, pero el triple del lituano Grigonis, el duodécimo de los suyos, lo cerró todo a falta de dos minutos (85-70, m. 38).
En la sala de prensa
«El primero cuarto fue determinante, ellos han metido triples con buenos porcentajes (10 en 20 minutos). Después, entre el final del tercero y el último, intentamos volver, pero era difícil, íbamos 20 abajo», dijo Mumbrú, que felicitó al Panathinaikos y que piensa ya en que su equipo pueda corregir la mala tendencia mañana sábado en Palencia en la Liga ACB.