La última campaña de excavaciones en el yacimiento de Casas del Turuñuelo, que acaba de terminar en Guareña, vuelve a traer sorpresas, alegrías y nuevos datos que ayudan a desentrañar la cultura tartésica que se asentó junto al Guadiana en el siglo V a. C.
Durante tres meses de trabajo sobre el terreno, los investigadores el Instituto de Arqueología de Mérida (centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Junta de Extremadura) han hallado más de 200 piezas, entre las que destaca una placa de pizarra de unos 20 centímetros tallada en sus dos caras con escenas de guerreros, en la que aparecen cuatro personajes que dan más pistas sobre los habitantes de la zona.
“Es un ejemplo único en la arqueología penínsular y nos acerca al conocimiento de los procesos artesanales en esa época”, han destacado los directores del equipo de trabajo en el Turuñuelo, Esther Rodríguez y Sebastián Celestino, esta mañana en una rueda de prensa en el yacimiento, a la que también ha asistido la consejera de Educación, Ciencia y Formación Profesional, Mercedes Vaquera, entre otras autoridades.
Los investigadores también han encontrado la puerta de entrada en el este del monumento de más de tres metros de altura, ubicada junto a la estancia en la que en 2023 aparecieron las primeras representaciones humanas del Tarteso, y que supone cerrar uno de los hitos que se había marcado el equipo de investigadores en esta campaña con el fin de conocer mejor la organización del monumento y su función.
Esa puerta principal da acceso a un patio empedrado y a varias estancias dedicadas a labores artesanales, que también suponen un nuevo hallazgo. En una de esas salas se identifica la existencia de un horno, que junto al hallazgo de un torno, apuntan a que en la zona existía un taller de alfarería. En total, se han podido individualizar y excavar cuatro espacios en los que se han recuperado lotes de cerámica, distinguiéndose recipientes cerámicos en miniatura, cerámicas con decoración incisas, diversas herramientas de hierro, un lote de marfiles o un conjunto de presas de telar en proceso de fabricación “que ponen de nuevo de manifiesto la existencia de una artesanía del tejido en este enclave”, destacan.
Cada nueva revelación supone un avance en la interpretación de esta cultura y consolida la trascendencia que tuvo en el valle del Guadiana.