La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una de las principales causas de discapacidad visual y ceguera legal en nuestro país. Consiste en un deterioro de los componentes normales de la mácula, una de las partes de la retina. Y como su propio nombre indica está asociada al envejecimiento.
Esta patología ocular suele provocar síntomas como:
- Visión borrosa.
- Aparición de manchas oscuras permanentes en la visión central.
- Distorsión en la visión central.
- Incluso pérdida permanente de la visión central.
Tipos de degeneración macular asociada a la edad
Los especialistas de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) explican que hay dos categorías de esta enfermedad, la denominada seca o atrófica, y la húmeda o neovascular.
1 – La DMAE seca, la más frecuente
Está causada “por el envejecimiento y adelgazamiento de los tejidos de la mácula”, explican los oftalmólogos de la SEO.
En estos casos, la pérdida de visión se produce de forma gradual y, advierten los especialistas, a día de hoy no se dispone de ningún tipo de tratamiento autorizado en Europa. Aunque la aprobación en 2023 de dos medicamentos por la Agencia Americana de medicamentos (FDA) y el actual proceso de evaluación por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) sugiere que próximamente podremos disponer de estas nuevas inyecciones intraoculares en España.
2 – La DMAE húmeda o neovascular
Se produce “cuando los vasos sanguíneos anormales comienzan a crecer debajo de la retina, a partir de la capa vascular subyacente llamada coroides. Estos nuevos vasos sanguíneos anómalos pueden producir filtración de fluido y/o sangre hacia la retina”, explican los expertos.
Este tipo de degeneración macular solo afecta a alrededor del 10% de los pacientes y la pérdida de visión en los que la sufren suele ser más rápida que en el tipo seco. Otra diferencia con la forma seca es que para la neovascular si se dispone de tratamiento.
- Consiste en inyecciones intraoculares de fármacos, que deben ser aplicadas con periodicidad, bajo el estricto criterio de un médico oftalmólogo. Estos fármacos consiguen reducir el crecimiento de los vasos sanguíneos con lo que ayudan a prevenir la pérdida de visión.
De hecho, gracias a estas inyecciones, que se utilizan desde hace más de 10 años de forma ambulatoria, se ha conseguido reducir a la mitad la ceguera por degeneración macular asociada a la edad en su forma húmeda.
Cuidado con los tratamientos ofertados contra la DMAE
Teniendo en cuenta lo visto sobre los tratamientos de la degeneración macular, los oftalmólogos de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV) y en la Sociedad Española de Oftalmología advierten de la aparición de un supuesto tratamiento de estas patologías en algunos centros.
Se trata de un sistema de radiofrecuencia (INDIBA) asociado en ocasiones a “oxígeno activado”, ofertado para el tratamiento de patologías oculares en general (mencionan cerca de 50 enfermedades diferentes), y para la DMAE en particular.
Pues bien, los expertos alertan tanto a pacientes como a la población general de que “no existe ninguna evidencia científica de que este tipo de tratamiento pueda ofrecer beneficio en las enfermedades oculares para las que se ofrece”.
La radiofrecuencia con INDIBA una terapia conocida y utilizada para tratamientos de medicina estética, dermatología, fisioterapia, lesiones deportivas, suelo pélvico o incluso en algunos procesos como el rejuvenecimiento vaginal, “pero en ningún caso está indicado para enfermedades oculares”, advierten los oftalmólogos.
- “Más aún, el mecanismo de acción de la radiofrecuencia con INDIBA hace prácticamente imposible pensar que pueda suponer ningún tipo de beneficio para los pacientes con degeneración macular asociada a la edad, tanto húmeda como seca”, añaden.
Además, esta terapia se oferta señalando que “con el tiempo y el tratamiento continuado con “INDIBA + O2 activado”, puedes recuperar parte de la visión perdida”, para lo que no existe ninguna evidencia científica.
Por todo ello, “la SERV y la SEO consideramos que la promoción del tratamiento con INDIBA (con o sin “oxígeno activado”), para cualquier enfermedad intraocular en general, y para la DMAE en particular, constituye una pseudoterapia que puede acarrear peligrosas consecuencias para los pacientes, especialmente si provoca el retraso en la aplicación de los tratamientos universalmente aceptados por la comunidad científica y las agencias regulatorias oficiales de medicamentos”.