Si había en estos 15 años un símbolo de las frustraciones crueles y continuas del Athletic, ese era Iker Muniain. Esa maldición de las finales de Copa, el gran objetivo que parecía inalcanzable por cerca que estuviera, estaba trazada en su piel como una cicatriz gigante. Era, en estos 15 años de lágrimas de impotencia, el símbolo de una era maldita en San Mamés que llegó a su final el pasado 6 de abril cuando, al fin, 40 años después, el Athletic logró esa ansiada Copa del Rey. La levantó Muniain, capitán, y hoy anuncia que, el 30 de junio, todo habrá terminado.
Muniain deja el Athletic después de 15 temporadas en el primer equipo, 20 años después de llegar a Bilbao junto a su familia procedente del barrio de la Chantrea en Pamplona. 557 partidos, más los que pueda jugar en el tramo final de la temporada, a sus espaldas, el segundo que más en la historia del club, por detrás de un José Ángel Iribar (614) que seguirá siendo inalcanzable.
Un veterano de 31 años
Se lo ha anunciado este miércoles a sus compañeros, minutos antes de que el club lo hiciera oficial a través de un vídeo grabado en el vestuario de San Mamés. “Has sido lo mejor de mi vida, pero ahora, mi amor, ha llegado el momento de separarnos”, afirma el capitán del Athletic, un veterano que todavía tiene 31 años y que tiene en mente continuar con su carrera profesional fuera de LaLiga. Inviable enfrentarse a su Athletic.
El desenlace era previsible, después de que su participación hubiese menguado considerablemente esta temporada. El asentamiento de Oihan Sancet, la eclosión de Unai Gómez y la competencia de los hermanos Williams y Álex Berenguer le habían empujado al fondo de la rotación en los planes de Ernesto Valverde.
Apenas suma 800 minutos repartidos en 15 partidos en lo que va de temporada, siete como titular y apenas dos completos, ambos en las primeras ronda de la Copa del Rey. Muy poco para un animal competitivo que, sin embargo, ha ejercido de capitán y no ha proyectado, al menos hacia el exterior, queja alguna.
El Athletic quería que siguiese
El club le había hecho llegar su deseo de que continuara, pues entendía que deportivamente aún era útil y que en el vestuario era una pieza fundamental por su experiencia, veteranía y liderazgo. Pero él ha decidido cerrar aquí una etapa que, a buen seguro, hubiera deseado que se prolongara hasta el último segundo de su carrera deportiva, con ambición de ser un ‘One Club Man’. No ha podido ser así.
Quizá el desenlace hubiera sido el mismo si el Mallorca hubiera ganado la reciente final de Copa y la gabarra hubiera continuado como si nada, amarrada en su dique seco del Museo Marítimo de Bilbao. Pero resulta evidente que ese título ha ayudado a que Muniain decida que este era el momento ideal para decir adiós, después de haber participado en la final de Copa marcando uno de los penaltis de la tanda y después de haber sido el perfecto maestro de ceremonias en las celebraciones, la oficial con la gabarra y la extraoficial e improvisada un par de noches antes por las calles de Bilbao.
557 partidos, dicho queda, 75 goles, dos Supercopas de España, una Copa del Rey, otras cuatro finales perdidas (aún no estaba en la de 2009, la primera de la saga) y también una en la Europa League. Joaquín Caparrós, Marcelo Bielsa, Ernesto Valverde (en dos etapas), Cuco Ziganda, Eduardo Berizzo, Gaizka Garitano y Marcelino García Toral le han entrenado. Ha visto pasar a cuatro presidentes (Fernando García Macua, Josu Urrutia, Aitor Elizegi y Jon Uriarte) y a decenas de compañeros, desde los Yeste y Etxeberria hasta los Nico Williams y Sancet. Y dos lesiones de cruzado que marcaron su carrera y modularon su carácter rebelde y despreocupado.
Raúl García y De Marcos
“Ha sido una decisión muy difícil, pero creo que es lo mejor tanto para el Athetic como para mí”, explica el mediapunta en el vídeo difundido por el club”, en el que se reconoce “feliz” por hacer coincidir su adiós con la ansiada consecución de la Copa del Rey.
Se cierra una era para el Athletic con su adiós, también con el de Raúl García, anunciado hace unos días. Quizá también con el Óscar de Marcos, otra leyenda con una carrera gemela a la del ’10’, que aún tiene que tomar (o anunciar) la decisión de continuar un año más o poner fin a su carrera deportiva. Muniain ya lo ha anunciado. Con los deberes, por fin, hechos.