El rapero Morad ha aceptado una pena de dos años de cárcel por los disturbios ocurridos en L’Hospitalet de Llobregat durante la grabación de un videoclip en agosto de 2021 y, finalmente, no se ha celebrado el juicio. La defensa del artista catalán ha llegado a un acuerdo ‘in extremis’ con la Fiscalía por el que se le rebaja la petición de siete años de cárcel por un delito de incitación a desórdenes públicos y otro de atentado agravado con uso de instrumento peligroso. Además, se ha acordado con el fiscal la suspensión de la pena, clave para cerrar el pacto final.
Era el proceso de mayor gravedad abierto contra el cantante, de 24 años. El primero de los delitos se ha cerrado con 6 meses de prisión, mientras que el segundo, en 1 año y seis meses debido al atenuante muy cualificado de reparación del daño, pues el artista ya había abonado el importe solicitado antes del juicio por los desperfectos que sufrieron seis coches de la Guardia Urbana de L’Hospitalet. Eso suponen las penas mínimas por cada uno de los delitos que dicta el código penal.
La Fiscalía señalaba a Morad como “instigador” de unos altercados que acabaron con una decena de policías con “impactos de huevo” en el uniforme y con vehículos con desperfectos a causa del lanzamiento de piedras. Los hechos sucedieron el 11 de agosto de 2021 durante el rodaje en el barrio de La Florida del videoclip de una canción con el rapero francés Rim’K por el que la productora francesa no tenía los preceptivos permisos. Ahí se congregaron 150 personas y el ruido generado por la multitud hizo que vecinos llamaran a la policía.
Fernando Martínez, abogado de Morad, se ha referido en las puertas de la Audiencia Provincial de Barcelona al pacto con un tópico de los tribunales: “es mejor un mal pacto que un buen litigio”. Mientras que su representado se ha mostrado abatido por la condena sin querer hacer declaraciones públicas a los medios.