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Lluís Cortés, seleccionador saudí : “Las futbolistas en Arabia son mujeres muy empoderadas”

Tras su marcha del Barça, Lluís Cortés (Balaguer, 1986) ha aceptado dos retos profesionales alejados del mundo del fútbol de clubs. Primero asumió el cargo de seleccionador de Ucrania, lugar donde estaba cuando estalló la guerra. Estuvo en el cargo hasta febrero de 2023. Tras unos meses en busca de un nuevo proyecto, el pasado diciembre fue anunciado como seleccionador nacional femenino de Arabia Saudí. Muchos pusieron en duda su decisión y cuestionaron sus motivos. Por ello, el técnico ha querido explicarse.

¿Arabia Saudí era lo que se esperaba?

Estoy disfrutando de la experiencia. Estoy aprendiendo mucho de una nueva cultura y una nueva manera de hacer. Es diferente a lo que yo esperaba cuando firmé. Hay muchas cosas en las que aquí, sobre todo en relación con Arabia Saudí y al fútbol femenino allí, no tenemos información o estamos mal informados y cuando llegas allí ves cosas diferentes.

Se ha criticado mucho su decisión. ¿Lo ha entendido? 

Sí. La gente se siente libre de criticar y hoy en día estamos en un mundo donde criticar es muy fácil y gratis. Y con redes sociales aún más. Y más cuando lo haces detrás de un perfil anónimo. Se critican todas las cosas que suceden en este mundo. Forma parte del juego. Cuando decides ser entrenador ya cuentas con que la gente criticará si Alexia juega de nueve o de interior, si Mariona juega de titular o de suplente, o si fichas por Arabia o por Ucrania.

Antes, sin embargo, dijo que no a Marruecos porque no quería coincidir con Jorge Vilda.

Yo recibo una llamada de Marruecos, vienen a Barcelona y después viajo yo en Marruecos, para acabar de cerrarlo todo. Y, cuando el proceso estaba muy avanzado, apuntan que quieren incorporar Jorge Vilda como director deportivo. Les comento que yo no soy quien para decidir a quién tienen que fichar, pero que no quería ir en el mismo equipo de trabajo que una persona que ahora mismo está imputada por una acción en contra de una jugadora que es amiga mía. Me parecía que no era el momento de aceptar un proyecto de la mano de Jorge. Al final decidieron fichar Jorge y a mí no y a él lo ficharon como director deportivo y como entrenador.

¿Eligió Arabia Saudí por dinero?

Está claro que todos trabajamos por dinero. Cuando voy a pagar mi hipoteca, no me dicen: ¿cuántas Champions has ganado? ¿Y cuántas Copas de la Reina? [ríe] Te piden cuánto dinero tienes a la cuenta. Al final, todos trabajamos por dinero, y evidentemente es un país que tiene un poder adquisitivo muy alto y organismos públicos, federaciones, tienen presupuestos muy altos, y las ofertas son muy buenas. ¿Que allí todo el mundo es multimillonario? Tampoco. Arabia Saudí es enorme, y hay gente de todos los niveles. 

“No quería ir en el mismo equipo de trabajo con Jorge Vilda, una persona que ahora mismo está imputada”

¿Siente que se ha sido injusto? 

Me he encontrado con muchos comentarios basados en prejuicios de mucha gente que no ha viajado nunca a Arabia Saudí. No me sorprende porque yo también los tenía antes de marchar. Aquí partimos de información que nos llega y que no hemos contrastado, porque no hemos viajado allí. Lo mismo que he visto en las redes sociales lo he vivido en mi casa, con mis hermanos y mis amigos. Hay prejuicios e ideas mal formadas desde Occidente, pero una vez vas allí, ves que es un país muy diferente. 

¿Cómo lo describiría, pues? 

Yo he vivido, durante estos cuatro meses, donde me he centrado mucho en fútbol, un país superpasional en el fútbol. A la gente les encanta. Es verdad que el fútbol masculino tiene mucho seguimiento y el femenino está empezando. Hace poco que las mujeres juegan al fútbol, hace solo dos años que la Liga es profesional y, por tanto, ahora están empezando a aficionarse al fútbol femenino, como aquí pasaba hace muchos años. 

En cuanto a la sociedad, ¿con qué tipo de gente se ha encontrado? 

Los árabes son gente, al menos los que yo me he encontrado, muy hospitalarios. Son mucho de abrirte su casa, de invitarte a cenar. Son muy generosos también a la hora de pagar. Nosotros fuimos a un bar un día por un partido de fútbol y cuando fuimos a pagar ya nos había pagado otra persona, un árabe, que decía: “os he sentido hablar español y aquí sois bienvenidos”. 

Las libertades individuales, sobre todo en cuanto a mujeres, están muy restringidas.

En el caso del fútbol, yo he visto mujeres muy empoderadas, para decirlo de una manera que todo el mundo nos entienda. Son mujeres que han tenido que luchar mucho para estar donde están hoy. Ellas no podían hacer actividad física y deporte y hoy pueden y quieren jugar a fútbol porque les gusta, pero también para mostrar a las próximas generaciones que pueden jugar a fútbol. Aquí, quizá no hay que ir a las pioneras ni tan atrás, sino que hace 15 años también había chicas a las que les costaba mucho recibir la aprobación de su familia para jugar a fútbol.

“Las futbolistas de Arabia Saudí son como jugadoras alevines, en cuanto a la etapa evolutiva futbolística. Queremos trasladar nuestra metodología del Barça”

Deporte femenino y Arabia Saudí son dos conceptos que, a priori, no cuadran mucho. 

Sorprende a mucha gente. A mí al principio también. Yo me he quedado super sorprendido con la liga. Es profesional y el salario mínimo es mucho más alto del que tenemos en España y con campos de césped natural. La Liga tiene ocho equipos este año, el que viene tendrá 10. Una estructura que aquí entenderíamos como profesional, que no tenemos en la Liga F, por cierto, pero que allá sí que tenemos. Y, además de todas las categorías profesionales, hay más de 70.000 niños jugando en las ligas escolares.

¿Pero esos avances en el fútbol los ve también en su vida cuotidiana?

Sí, pueden abrirse cuentas en el banco, ir solas por la calle, a centros comerciales, al cine y a los campos de fútbol. Una cosa que hace 5 años no podían. También pueden ir a los restaurantes, que antes tenían una zona diferente para mujeres y familias y otra para hombres, y ahora hay muchos restaurantes que no crean espacios separados. Pueden entrar solas, con amigas o con la familia.

¿Y las condiciones de la selección nacional?

Es una selección que se creó hace dos años y hace solo un año que han entrado al ranking FIFA. Es un proyecto superjoven, que esto supone unos problemas, como que el nivel seguramente es más bajo del que nos imaginábamos. Lo mejor es que las chicas tienen unas ganas de aprender brutales. Desde el primer día te sientes muy entrenador porque son chicas que quieren aprender. El equipo hoy es mucho mejor que el 2 de enero empezamos el primero ‘training camp’. 

¿Qué estructura tienen estas futbolistas cuando van a la selección? 

En el último ‘training camp’ éramos 28 personas en el ‘staff’. O sea, es una estructura de selección top. Si vayamos a España, Alemania e Inglaterra, tendrán staffs similares, con cuatro fisios, una doctora, tres entrenadores asistentes, dos preparadores físicos, vídeoanalista, psicólogo…

Varias jugadoras de la selección llevan hiyab. Es una imagen que aquí llama la atención. 

Te sorprende. No estás acostumbrado a ver jugadoras que jueguen tapadas. En la Liga F ahora mismo me parece que no hay ninguna. En Arabia hay que sí. En la selección tenemos 4 o 5 jugadoras que juegan con un hiyab y cuando los preguntas, ellas están contentas también de llevarlo. Es un rasgo identitario de su cultura, están orgullosas de que la gente las vea jugar así porque representan a su país y quieren también representar su cultura. Y algunas también lo hacen para contentar la familia. Al final, su padre o su abuelo son de mentalidad más conservadora y de esta manera los satisfacen. Hay los dos casos: las que están superorgullosas de llevarlo y las que lo hacen quizá para tener más tranquilidad en casa.

“El hiyab es un rasgo identitario de su cultura, están orgullosas de que la gente las vea jugar así porque representan su país. Y algunas también lo hacen para contentar la familia”

¿Qué tipo de perfiles de futbolistas hay en la selección? 

Lo desconozco, porque realmente no sé mucho qué perfiles tiene cada jugadora. Pero cuando yo los he preguntado cómo han empezado a jugar, la mayoría lo han hecho en casa con sus familias, con los hermanos, con los primos… Yo entiendo que son familias que les han permitido jugar desde bien pronto. También tenemos un par de jugadoras que vienen de un orfanato, que han crecido en un entorno muy concreto y es precisamente allá donde empezaron. 

¿Están pues al nivel de profesionalización del Barça, por ejemplo?

En el día a día de un ‘training camp’ comparado con el que teníamos en el Barça cuando íbamos de pretemporada, si no hablamos del nivel de juego de las jugadoras, es muy similar. Nosotros estamos intentando replicar esta metodología y el ambiente de trabajo que teníamos con el Barça. Las tareas no son tan diferentes de las que hacíamos con el Barça. Y el día a día no es tan distinto. Las reuniones, los vídeos, todo esto es lo que hacíamos con el Barça. La diferencia está en el nivel de las jugadoras. Son como jugadoras alevines, en cuanto a la etapa evolutiva futbolística.



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