El Rayo Vallecano quiere un estadio nuevo, no una renovación del actual. Así lo ha confirmado el presidente del club, Raúl Martín Presa, que asegura que el club “no tiene capacidad para financiar una reforma, quizás si un estadio”. También ha dejado caer que quiere un estadio “propio”. El actual campo de fútbol del distrito de Puente de Vallecas está ubicado en una parcela propiedad de la Comunidad de Madrid, pero tiene firmado con el club un convenio de cesión por 25 años.
El Gobierno regional ha reconocido que mantiene conversaciones con la dirección de la entidad rayista para una nueva ubicación, pero tras las palabras de Isabel Díaz Ayuso, apuntando que es “insostenible” que el campo siga en terreno vallecano si quiere modernizarse, optó por sacudirse esa responsabilidad y asegurar que la decisión sobre dónde se situará el nuevo campo es solo del club.
La dirección del Rayo estudia “alternativas” con las administraciones locales, explican fuentes que conocen las negociaciones, pero advierten de que están en una fase aún “muy verde”. Pero las alternativas difícilmente se pueden encontrar en los dos distritos que conforman Vallecas son escasas, apenas hay suelos públicos o privados del tamaño necesario, por eso las palabras de Ayuso parecen una profecía.
En el Gobierno regional reconocen que el barrio está “muy consolidado” y que, por tanto, no hay apenas suelo que pueda utilizarse para la construcción de un nuevo estadio de las características que necesita el Rayo. Martín Presa dejaba claro lo que quiere en una entrevista en Onda Madrid: “No tiene parking para jugadores ni autoridades, no tenemos zona de almacenamiento, no hay zonas adecuadas de trabajo para prensa, sin zonas de ‘hospitality’ ni zonas VIP. Todo eso afecta sensiblemente en la obtención de ingresos, siendo al final el equipo que menos ingresos puede obtener en LaLiga“. Y a eso suma que quiere un campo para “10.000 localidades como mínimo”, con lo que todo eso implica de necesidades de espacio.
Este miércoles, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, se mostraba igual que el portavoz del Gobierno regional, Miguel Ángel García, favorable a que el campo siga estando en el barrio, pero también fue bastante claro respecto a la futura ubicación: “Tiene muy pocas, muy pocas posibilidades de crecimiento desde el punto de vista urbanístico, pero también desde el punto de vista de la propia estructura del estadio”.
Una de las grandes peculiaridades del estadio del Rayo Vallecano es que solo tiene tres gradas, frente a las cuatro normales. En la zona sin graderío colinda con un muro en el que detrás hay edificios residenciales. Aunque la construcción del campo es reciente, en 1975, está enclaustrado dentro el distrito de Puente de Vallecas sin posible ampliación.
Todo lo ocurrido ha abierto un sinfín de especulaciones de donde se podrá ubicar el nuevo campo. El actual, con 14.700 localidades, se ubica en una parcela de 16.900 metros cuadrados, la de menos tamaño de todos los equipos madrileños. La consolidación urbanística de Puente de Vallecas abre la puerta a una mudanza a Villa de Vallecas, distrito contiguo con mucho más terreno sin edificar y un nuevo desarrollo urbanístico en fase de urbanización con multitud de suelos ociosos.
Opción uno, quedarse en el barrio
Las opciones de quedarse en Puente de Vallecas son pocas, pero las hay. En la zona de Entrevías, hay dos pequeños campos municipales, el Alberto García y el José Durán, construidos sobre suelos de 26.650 y 17.500 metros cuadrados, respectivamente, más superficie de la que ostenta hoy en día el Rayo Vallecano. Para cerrar traslado a una de estas ubicaciones y posterior construcción del estadio sería necesario un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid y la demolición de las instalaciones actuales, que dan servicios a los vecinos de la zona.
La segunda opción, aunque prácticamente imposible, sería trasladar el actual Depósito de Agua de Vallecas, una infraestructura crítica levantada sobre un terreno de casi 54.000 metros cuadrados, una superficie superior, incluso, a la que ocupa el Estadio Santiago Bernabéu. Esta mudanza tendría demasiadas implicaciones en las infraestructuras dentro de la Comunidad de Madrid.
Opción dos, mudanza
La segunda opción que podría manejar el Rayo Vallecano sería mudarse a su distrito vecino, Villa de Vallecas, donde se ubica, por un lado, el Ensanche, un desarrollo urbanístico proyectado en la década de los 90 y que actualmente no está plenamente desarrollado, o Valdecarros, un nuevo barrio en fase de urbanización en el que se levantarán más de 50.000 viviendas en los próximos veinte años.
La primera zona sería el Polígono Industrial La Atalayuela, ya urbanizado y con suelos sin construir, aunque de uso industrial, frente al dotacional-deportivo que necesitaría el Rayo Vallecano. Además, muchos de sus propietarios son privados, lo que implicaría un desembolso económico para el club, frente a la hipotética gratuidad de una cesión municipal o regional.
En el caso del desarrollo urbanístico de Valdecarros, actualmente en desarrollo, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid recibirán numerosos suelos por el proceso de tramitación urbanística. Dentro de estas parcelas, algunas serán residenciales, pero también tendrán derecho a otras terciarias y dotacionales, donde podría ubicarse un estadio. La única pega es que sería el punto más alejado dentro de los dos distritos de Vallecas con respecto a la ubicación actual, alrededor de ocho kilómetros. Fuentes de la Junta de Compensación de Valdecarros señalan que el desarrollo cuenta con terrenos con superficies entre 20.000 y 25.000 metros cuadrados compatible con el uso deportivo.
Lo que está claro en cualquiera de los casos es que ninguna de las opciones mencionadas cumpliría con lo dicho por Martín Presa, que este miércoles intentaba ganar tiempo diciendo que el nuevo estará “lo más próximo posible al estadio actual”: “Si puede ser dos calles abajo mejor que seis, si puede ser seis mejor que ocho”, concluyó.