Marbella y Puerto Banús son famosos por sus fiestas, clubes, tiendas de lujo, la ‘jet-set’, y una gastronomía premiada con estrellas Michelín. Sin embargo, la ciudad malagueña guarda algunos tesoros que pasan desapercibidos, como la decena de esculturas de Salvador Dalí desplegadas por la Avenida del Mar.
A un paso del casco antiguo y junto al paseo que recorre las principales playas de la ciudad, se encuentra la Avenida del Mar, un espacio peatonal decorado con mármol, pérgolas de madera y bancos donde se encuentran las obras del célebre artista catalán, que fueron adquiridas por el Ayuntamiento de Marbella durante la alcaldía de Jesús Gil y han transformado la avenida en todo un museo al aire libre.
Entre las esculturas destacan: Mujer desnuda subiendo la escalera, Caballo con gente tropezando, Mercurio, Perseo, Don Quijote sentado, Gala grávida, Gala asomada a la ventana, Trajano a caballo, Hombre sobre delfín y Elefante cósmico. Cada una de estas piezas mide más de dos metros de altura y pesa entre 200 y 400 kg.
Desde su instalación en 1998 constituyen un atractivo turístico único dada la relevancia de su creador. Dalí, uno de los artistas más influyentes de la historia por su estilo surrealista y su personalidad excéntrica, plasmó en ellas su creatividad y capacidad para desafiar la realidad.
Avenida del Mar, donde se encuentran las esculturas
La ubicación estratégica de la Avenida del Mar permite a los visitantes acercarse hasta otros puntos de interés en Marbella. Uno de ellos es el Parque de la Alameda, que alberga una fuente dedicada a la Virgen del Rocío decorada con azulejos andaluces, así como vegetación y bancos para descansar a la sombra.
Para llegar hasta el parque y este museo al aire libre se puede utilizar el transporte público utilizando las líneas de autobús urbano L-1, L-2, L-3, L-6, L-7, L-8, L-9 y la Nocturna, aunque también se puede llegar caminando en pocos minutos si uno vive o se aloja cerca del centro.