Kylian Mbappé no seguirá en el PSG. El delantero francés comunicó su decisión el pasado martes después del entrenamiento a Nasser Al-Khelaïfi, presidente de la entidad con la que el jugador tiene contrato hasta verano. No se hará efectiva la ampliación y el galo será agente libre, lo que abre su camino hacia el Real Madrid, el equipo al que rechazó en 2022 para renovar con el conjunto parisino al que llegó en 2017 procedente del Mónaco.
Mbappé cumple y anticipa su decisión
De producirse, la llegada de Mbappé se hará en un contexto muy diferente al que se anunció hace dos años. El Real Madrid ha pasado de tomar la iniciativa de su fichaje a esperar que el francés moviese ficha. Se rebajó la prioridad con la llegada y asentamiento de Jude Bellingham, el hombre más diferencial de LaLiga. La desconfianza por parte de Florentino Pérez, tras el desplante recibido, ha marcado las relaciones recientes.
De hecho, se espera una dura negociación comandada por Fayza Lamari, la madre y agente del jugador. Hay otro compromiso con el que ha cumplido el futbolista y es el de dejar atado su futuro antes del verano. “No he tomado una decisión, pero todas las partes están protegidas. En 2022 no supe mi decisión hasta mayo. Si sé lo que quiero hacer no debería alargar el tema. No tendría ningún sentido”, afirmaba en enero.
Públicamente, el PSG ha dado la imagen de estar insistiendo en su renovación. “Creo que es muy importante que el capitán de la selección de Francia y el mejor jugador del mundo estén aquí, en el Paris Saint Germain“, defendió Al-Khelaïfi en una entrevista reciente. Pero lo cierto es hay varias cuestiones que han cambiado. Qatar, propietario del club, ya no necesita la imagen de Mbappé que utilizó para promocionar su Mundial.
Mbappé, el ‘9’ del PSG esta temporada
Igualmente, el proyecto del PSG está virando de la acumulación de estrellas a un proyecto a medio plazo, asentado en el desarrollo de jóvenes como Warren Zaïre-Emery y con Luis Enrique al frente. Lo ha hecho en previsión de una salida que será el gran movimiento de la industria futbolística, por todo lo que supone en términos económicos, superiores incluso a la innegable influencia deportiva de un jugador que sigue estando a la vanguardia.
La demostración más reciente de su carácter diferencial llegó en la ida de octavos de la Champions ante la Real Sociedad, donde desatascó el partido con un gol. Lo hizo desde la posición de ‘9’ que le ha asignado ‘Lucho’ esta temporada. Una versatilidad de la que podría aprovecharse Carlo Ancelotti.
Mbappé puede jugar en prácticamente todos los frentes del ataque y ese no será su problema de adaptación, a pesar de que su llegada alteraría por roles de la plantilla. Por ejemplo, hombres como Rodrygo, que hace unos días bendecía este posible fichaje, tendrían la puerta abierta de par en par, más si se tiene en cuenta su rendimiento reciente. Igualmente, Mbappé rivalizará, según la posición que adopte, con ‘tótems’ actuales del madridismo como Vinicius.
Tchouaméni abre la veda: ‘Palomitas’
Aunque si hay un entrenador que sabe encontrar los equilibrios ese es Carletto. Dos compañeros de la selección francesa como Tchouaméni y Camavinga serían aliados perfectos en su adaptación. El primero alimentó el deseo de verle en el vestuario del Real Madrid con un tuit de dos cubos de palomitas. La expectación por una película que la plantilla blanca conoce desde hace tiempo.
La confirmación de la salida de Mbappé es una etapa más en la agitada relación que ha mantenido con el Real Madrid. No es un secreto la admiración que el francés profesa por la entidad, con la que llegó a hacer una prueba cuando era adolescente. Así lo desveló un jugador que tenía las paredes de su habitación llena de pósteres de Zidane y Cristiano. Ese patrimonio emocional no compensó el económico que le ofreció el PSG.
Según datos de ‘Le Parisien’, la voz autorizada en lo que concierne al equipo francés, Mbappé tiene un salario de 72 millones de euros brutos al año. A estas cantidades había que unirles una prima de renovación de 180 millones de euros dividida en tres pagos y otra de fidelidad de 240 millones cada final de mercado que decidía continuar en el PSG. La lucha por estas compensaciones llevó a Kylian a empezar la temporada en rebeldía y en la grada.
Los derechos de imagen, Fayza Lamari, las otras novias…
El Real Madrid ha vivido esta última parte del serial dese la distancia. Las ofertas de Florentino Pérez tienen fecha de caducidad, como experimentó en carne propia Sergio Ramos, compañero de Mbappé en un vestuario donde ha pasado de convivir con estrellas como Messi o Neymar a ser un líder sin batallón. Su relación con el resto de compañeros fuera del campo no es fluida. París ya no lo es todo para un jugador que a sus 25 años quiere experimentar otros retos colectivos.
Desde la entidad blanca se cortaron de raíz hasta las insinuaciones. En noviembre emitió un comunicado para calificar de “rotundamente falsas las informaciones con un jugador que pertenece al PSG”. Para alimentar la novela salieron otras ‘novias’ como el Liverpool y hasta Arabia Saudí. Ahora, el camino parece enfilar un trayecto en blanco donde Mbappé deberá trabajar el perdón con la afición. Algo fácil de superar con resultados.
Igualmente, el campeón del mundo sería la joya de la corona en la presentación de la remodelación completa del nuevo Santiago Bernabéu. Pero antes de todos estos momentos de gloria, ambas partes están condenadas a entenderse con puntos tan conflictivos como los derechos de imagen del jugador, obsesión de Fayza Lamari.
En abril del año pasado, Mbappé cargaba públicamente contra el PSG por la explotación de su imagen, que también ha sido motivo de conflicto con los ‘Bleus’. Esa batalla se dará en marzo, el mes clave en las operaciones del Real Madrid, donde se espera que las partes acerquen posturas en un acuerdo que cambiaría el futuro a corto plazo del club y del jugador, protagonistas de una de las historias más intensas del fútbol moderno.