Dani Carvajal, 32 años, parece mentira, solo había disputado hasta esta Eurocopa dos fases finales de grandes torneos con la selección española. Los Mundiales de 2018 y 2022 eran las únicas líneas en ese apartado del currículum de unos de los futbolistas más emblemáticos del fútbol nacional en los últimos tiempos, todocampeón con el Real Madrid.
Hubo por ello algo de justicia poética en que la secuencia de sustituciones de Luis de la Fuente provocara que el lateral madrileño alcanzara el clímax de la final contra Inglaterra con el brazalete de capitán rodeando su brazo derecho. Caído Rodrigo por lesión, relevado Morata por el postrero héroe Oyarzabal, la responsabilidad le correspondió a él. El foco, de rebote, también.
Los títulos de Carvajal
Porque, al igual que sus compañeros Nacho y Joselu, aunque con protagonismo en el recorrido mucho mayor, Carvajal ha completado una temporada casi perfecta, por descontado inolvidable. Supercopa, Liga, Champions y Eurocopa figuran en su palmarés de 2024, con apenas la Copa del Rey como mínimo lunar, el único disparo errado.
Y no lo ha hecho como un lateral derecho tradicional, demarcación que sugiere un mero complemento al trabajo colectivo. Carvajal ha sido decisivo en todos los títulos ganados, en la que sin duda ha sido la mejor temporada de su vida también a nivel individual. Históricamente machacado por las lesiones, ha superado con creces los 4.000 minutos este curso, hito que solo había alcanzado una vez en su ya larga carrera.
En LaLiga, con el Real Madrid, marcó cuatro goles, uno menos de los que había anotado en total en todas sus participantes anteriores en el campeonato. En la Champions sumó otro más, que no se anota a la cola sino que se coloca en el escaparate de su carrera, pues fue ese cabezazo que desenredó la final contra el Borussia Dortmund, el germen de lo que minutos después iba a ser la Decimoquinta.
La conexión Carvajal-Lamine
Y qué decir de la Eurocopa, en la que ha formado junto a Lamine Yamal una bandera derecha extraordinaria. Quizá con algo menos de proyección ofensiva que en el Real Madrid, para dar espacio y resuello defensivo a su jovencísimo compañero, Carvajal ha sido una pieza capital en el título conseguido por los de Luis de la Fuente.
Se recordará su gol en el debut frente a Croacia, pero sobre todo su inteligente autoexpulsión ante Alemania en cuartos de final. Sabiéndose ya sancionado para unas posibles semifinales por acumulación de tarjetas, no dudó en frenar en seco a Musiala, en una acción que propiciaba una roja sin castigo adicional, más allá de dejar al equipo con 10 por unos minutos. Una brillante acción táctica de veterano.
En las retinas de los aficionados quedará también ese gesto que le hizo al inglés Bukayo Saka durante la final, diciéndole que no llorara (metafóricamente) reclamando faltas. Y, a partir de gestos como ese, los comentarios de antimadridistas celebrando poder jalear a Carvajal como uno de los suyos durante esta inolvidable Eurocopa.
El mejor lateral derecho del mundo
Carvajal es hoy, sin demasiado margen para la duda, el mejor lateral derecho del mundo. Hasta él lo ha reivindicado en entrevistas recientes. Hay incluso quien le reivindica como próximo Balón de Oro, por quimérico que suene. Palmarés tiene para ello, de eso no hay la menor duda, aunque el foco acabe señalando a Bellingham, Vinicius o Mbappé, ojalá a Rodrigo, MVP de esta Eurocopa.
En las celebraciones en Cibeles volverá a ser uno de los grandes protagonistas, quién sabe si de nuevo con su padre, policía de profesión, volviendo a escoltar a los futbolistas a caballo, como ocurrió con la Champions. Será la tercera vez, en apenas un par de meses, que Dani pase por ahí, antes de irse de vacaciones sabiéndose ya eterno, completada, sin duda alguna, la temporada perfecta.