El Campo de Vallecas es un reducto en el fútbol moderno. Un estadio que parece haberse quedado anclado en el tiempo, con todo lo que ello supone. Tanto por el ambiente, la estructura como por su ubicación, en pleno corazón de un distrito singular. “No se puede entender el Rayo Vallecano fuera de Vallecas ni quizás una Vallecas sin el Rayo Vallecano”, defiende Óscar Herrero, presidente de la plataforma ADRV en respuesta a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. En una entrevista con el ‘Diario As’ aseguró que es “insostenible” que el equipo madrileño siga en el feudo -de titularidad regional- donde, desde su inauguración en 1976, ejerce como local.
Lejos de quitarle vuelo a lo que podría ser un globo sonda, Raúl Martín Presa, presidente de la entidad rayista, se alineó con Ayuso en la previa al duelo frente al Sevilla, asegurando que el campo “ya no da más de sí” y confirmando una futura deslocalización. No es un tema nuevo, de hecho, según el acta de la última junta de accionistas del Rayo Vallecano de Madrid SAD, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el máximo dirigente atendió a una petición de aclaración, por parte de un accionista, sobre un posible traslado: “El presidente responde que será preferiblemente en Vallecas y/o sus zonas limítrofes, lo más próximo al Estadio de Vallecas”.
La maqueta del nuevo estadio, “sorpresa” del centenario
Sin conocerse los términos y las reacciones que vaya a provocar un anuncio oficial, lo cierto es que las negociaciones y el proyecto de un nuevo estadio son reales. De hecho, tal y como recuerda Alejandro Castellón, director de Unión Rayo, medio especializado en la actualidad del club vallecano, Raúl Martín Presa comentó que una de “las sorpresas del centenario” que en 2024 celebra la entidad es la maqueta del nuevo feudo rayista.
En su entrevista, Ayuso llegó a decir incluso que el Rayo había visto “una serie de terrenos y en breve entraremos en negociación”. Ángel Domínguez ‘Gelo’, presidente de Accionistas Minoritarios ADRV, se refiere a estas declaraciones como “noticias extraoficiales”, aunque desde su asociación manifiestan “la disconformidad con que el Rayo esté fuera de Vallecas. No tiene sentido y además el consejo de administración adquirió un compromiso en las dos últimas juntas asegurando que no se iba a llevar al club fuera del distrito, donde la Comunidad tiene terrenos“.
Para Castellón, de Unión Rayo, “sacar el campo de Vallecas sería una ruina total. Incluso si se elige una parcela en el barrio, un poco más alejada, me genera incertidumbre lo que pueda pasar”. La idea, manifestada por la propia Ayuso, es ceder un emplazamiento “y que ellos – el Rayo- costeen el nuevo estadio”. La entidad franjirroja podría movilizar capital del acuerdo que LaLiga firmó con CVC. Sin embargo, en agosto del año pasado la SAD rayista era la única del conjunto de LaLiga (Primera y Segunda División) que no había presentado un proyecto formal para invertir los fondos destinados a infraestructuras.
En este punto, el presidente de la Plataforma ADRV recuerda que “Presa lleva tiempo queriendo que, tanto Comunidad como Ayuntamiento, le den un estadio nuevo, puesto que no le gusta nada tener que pagar un canon por usar el Estadio de Vallecas“. Este tributo ronda los 90.000 euros y se activó cuando comenzaron las obras de remodelación “en las que la Comunidad iba a gastar unos siete millones”. Cabe recordar que en 2011 Raúl Martín Presa compró el 98,6% de las acciones de la SAD a la familia Ruiz-Mateos tras asumir la deuda de 30 millones de euros del club.
Una remodelación pendiente: baños sucios, falta de alumbrado…
Tanto vecinos como aficionados son partidarios de una reforma y remodelación del estadio ya existente, que cuenta con tres gradas y palcos VIP en los balcones de los edificios colindantes. Como en el que se coló un balón de Fede Valverde en noviembre de 2022 durante un Real Madrid – Rayo. Un estadio donde el público está cerca, aunque alguno no sepa valorar ni respetar la distancia, como ocurrió con el incidente que se vivió en el encuentro frente al Sevilla del lunes, donde un individuo tocó el culo del visitante Lucas Ocampos.
“El estadio tiene una falta de mantenimiento brutal. Hay zonas de escaleras sin alumbrado, asientos sucios, baños poco higiénicos… Obviamente, todo está muy lejos de lo que debería ser un campo de la mal llamada mejor liga del mundo”, denuncian desde la Plataforma ADRV. Por su parte, Presa, máximo mandatario de la entidad franjirroja, enfrentado continuamente a una parte de la masa social rayista, dice que “intentamos tenerlo lo mejor posible, dentro de lo que es”.
Para Óscar Herrero no es suficiente: “Por dejación de la Comunidad de Madrid y por falta de medios del club el lavado de cara no mantiene la instalación, que con el paso del tiempo se va deteriorando cada vez más”. En esta misma línea se manifiesta Ángel Domínguez ‘Gelo’, presidente de Accionistas Minoritarios ADRV: “La afición lleva desde el 2012 pidiendo que se cumpla la normativa, que es tener la ITE (Inspección Técnica de Edificios) favorable. Durante seis años estuvo caducada”.
Para este aficionado rayista, la situación de abandono es consecuencia de no haber exigido al club “unos mínimos de mantenimiento que de hecho están reflejados en el último convenio que se firmó. A su vez, se han incumplido varias partidas presupuestarias que la entidad había prometido para tener el estadio en condiciones“. Por tanto, para Accionistas Minoritarios ADRV, “hay dos culpables de esta situación: la Comunidad, por no cumplir las actuaciones en tiempo en forma y, sobre todo, el titular de la cesión, el Rayo Vallecano, por la falta de mantenimiento, lo que ha empeorado la situación del estadio”.
La Plataforma ADRV denuncia que solo se ha llevado a cabo la primera fase de las obras contempladas en la reforma del estadio. “No tenemos conocimiento de que las siguientes vayan a seguir ejecutándose. Entendemos que en las reuniones con la Comunidad de Madrid Presa ha manifestado querer un estadio más grande“, reflexionan, porque de hecho es uno de los argumentos del presidente para una nueva obra.
Presa: “El rayismo tiene que estar alegre, su club crece”
“Tenemos un estadio que se quedó pequeño (14.500 espectadores) y no cumple las condiciones de modernidad que exigen LaLiga y las competiciones europeas. Intentamos tenerlo lo mejor posible, dentro de lo que es. Pero ya no de más de sí”, aseguró Presa. “En cuanto a capacidad, si bien es cierto que hay un aumento de la demanda por las temporadas sucesivas en Primera, si vemos las asistencias nunca llegan a las 14.000 personas, según datos de LaLiga”, contraargumenta Óscar Herrero.
Con todo, el presidente rayista asevera que ante el Sevilla se cumplió “el enésimo partido seguido con el aforo lleno” y que la ampliación “con una reforma integral”, como demandan algunos sectores, “es difícil por el urbanismo, puesto que supondría cambiar calles”. En consecuencia, “la idea es que podamos tener un estadio lo más cercano al campo actual. Los rayistas no tienen que estar preocupados, más bien alegres. El equipo crece y cada vez somos más. No solo de Vallecas, también tenemos aficionados en toda la Comunidad de Madrid”, aseguró.
Si bien es cierto, para los vecinos del barrio esa ‘globalización’ del sentimiento ‘rayista’ se debe precisamente a lo que supone vivir un partido en un marco como ya pocos quedan. “Si se cambia, no va a ser lo mismo. Lo que hace especial al Rayo y que gente de fuera de Vallecas siga al equipo es su situación y su campo“, argumenta Almudena Jiménez, presidenta de la Asociación Vecinal Palomeras Bajas, quien denuncia que este movimiento se enmarca en “el proceso de presiones al que se está viendo sometido Vallecas”.
Jiménez ahonda en la “gentrificación y especulación de un barrio que antes era periférico y ahora es un enclave goloso, a 20 minutos del centro de Madrid”. Recuerda, además, cómo en el pasado planearon ideas “como las de construir unas torres en el que terreno que quedaron en ‘stand by’ gracias a la acción de los vecinos, a quienes por cierto no se les ha preguntado siquiera por esta posible deslocalización”.
Deslocalizar al Rayo Vallecano “puede ser su propia muerte”
En lo relativo a la explotación urbanística, Óscar Herrero, presidente de la Plataforma ADRV, indica que no lo ven fácil, “puesto que el estadio tiene una protección especial”. Por el momento, según ha sabido este diario, tampoco han sido informadas de ningún plan por parte de la Comunidad de Madrid las federaciones que están alojadas en el complejo de Vallecas o alrededores, como las nacionales de Ajedrez y Boxeo o las madrileñas de tenis de mesa o gimnasia.
No es solo el rayismo el que se vería agitado por esta decisión. También el ecosistema de establecimientos que distribuyen por las calles de Payaso Fofó, Arroyo del Olivar y Avenida de Albufera, donde se ubica el estadio. “La noticia nos genera preocupación, claro que nos afecta”, indica Luis Barahoma, dueño de Delicias y Sabores Catrachos, una tienda que se ubica enfrente del estadio. Economía, identidad, urbanismo y hasta resultados deportivos están en juego con esta deslocalización.
Porque, como defiende Alejandro Castellón, director de Unión Rayo, “uno de los secretos y razones por las que el club compite en Primera y ha cumplido 100 años es por su estadio. Donde se respira fútbol añejo, donde los futbolistas sienten energía extra”. Por lo que llevar al equipo de la ‘franja’ a otro lugar, incluso dentro del mismo distrito, “será como quitarle el corazón a un ser vivo. Supondrá quitarle el motor. O lo que es peor, puede ser la propia muerte del Rayo Vallecano“.