La Peña Valencianista Campanar volvió a abrir las puertas de su sede un mes y medio después del dramático incendio que se llevó al vida de diez vecinos y sacudió el barrio valenciano el pasado 22 de febrero. La peña de Campanar se reunió por primera vez desde la tragedia para ver un partido de fútbol del Valencia. Fue el jueves coincidiendo, cosas del destino, con el partido de LaLiga contra el Granada aplazado en su día por el incendio. Había ganas de juntarse. Y se notó. Alrededor de cincuenta peñistas acudieron al local. Todos se marcharon a casa con la felicidad del gol de André Almeisa y la victoria que acerca al Valencia a los puestos europeos, aunque la gran alegría para todos fue reunirse después de tanto tiempo, recuperar las bromas y las sonrisas y volver a hablar de fútbol. Y del Valencia CF. Algo que por desgracia pasó a ser secundario durante muchas semanas de dolor para la peña y el barrio.
SUPER quiso estar presente en la vuelta de la peña valencianista de Campanar a su casa. En el número 6 de la Calle de Benidorm. En pleno corazón del barrio valenciano. A solo 350 metros del edificio incendiado. «La vuelta fue bonita, al final la vida sigue, todos hemos vuelto a nuestras rutinas y a nuestros días a días. A pesar de las fechas que son nos juntamos alrededor de 50 peñistas, teníamos muchas ganas y gracias al gol de Almeida nos fuimos muy contentos a casa, aunque nuestra gran alegría fue volver a la peña a ver un partido del Valencia, todos juntos otra vez y de nuevo haciendo piña. Fue una satisfacción para todos», recordaba el secretario de la peña Víctor Peña. Ha pasado mes y medio, pero la tragedia ha dejado herida en la peña y en el barrio. El fútbol y el Valencia CF es una motivación para «seguir con fuerza hacia adelante». «En la peña lo pasamos mal, ha pasado ya tiempo, pero no es agua pasada porque pasamos todos los días por delante del edificio y seguimos viendo horrorizados todo lo que queda y todo lo que se nos quedó marcado en la cabeza, pero el día a día manda y seguimos con fuerza hacia adelante».
La mayor alegría del jueves no fue el gol de André. Ni la victoria al Granada. El gran triunfo para todos fue volver a juntarse y hablar de fútbol. El jueves se notó que la gente tenía ganas de volver a hablar de fútbol, pensaba que íbamos a ser menos gente, pero fue llegando mucha gente, menos mal que fuimos previsores y llenamos bien la nevera de bebida y comida. Lo bueno que tiene estar juntos es que un partido tan aburrido como el que vimos, porque la primera parte del equipo fue lo siguiente a aburrida con muy poco fútbol, acabó siendo una tarde noche muy agradable para todos porque nos reencontramos y porque se fueron creando micro tertulias, hablas con unos, hablas con otros, porque hay gente que nos vemos de partido en partido y ya hacía mucho. La peña es más que ir a ver el partido del Valencia, te cuentas la vida, te cuentas tus cosas, tus alegrías, tus penas y se hace mucho más ameno el partido. Nos fuimos con una alegría inmensa, cantamos como locos el gol y el final del partido todavía más y al final te quedas con esa experiencia de vernos que nos tocó la patata y con la emoción que sentimos por ser valencianistas y pertenecer a esta peña y a este barrio», decía emocionado.
La peña, fundada en 2019 y actualmente formada por 140 aficionados del barrio tiene la sede a menos de 400 metros del incendio. Aquel fatídico jueves 22 de febrero pusieron el local, inaugurado hace dos años, al servicio de los afectados en un gran gesto de solidaridad entre vecinos. Un día después colgaron la bandera en la fachada del local con un crespón negro en memoria de los fallecidos. El jueves, 41 días después, volvieron a abrir las puertas de la peña. Justamente en el Granada-Valencia aplazado por la tragedia. «Somos una peña joven que nació en 2019 a raíz de la final de la Copa, empezamos en un bar unos amigos y ahora somos 140 peñistas y 30 de ellos son niños, con un local nuevo decorado con fotos al que todos estáis invitados». Es la solidaridad de un barrio y una peña que vuelve a hablar de fútbol.