Las empresas del sector de la gran distribución recuperaron en 2022 niveles de ventas previos a la pandemia, mostrando una fuerte resistencia al impacto de la elevada inflación en la capacidad de consumo de los hogares ante el encarecimiento del coste de la vida y, también, al incremento de costes sufrido por estas compañías.
Según datos de la patronal que agrupa a firmas como El Corte Inglés, Eroski, Carrefour, Ikea, Fnac o Leroy Merlin, entre otras, la facturación creció un 14,5% hasta los 45.724 millones de euros, por encima de la media del comercio minorista.
Desde el sector defienden que esa mejora ha llegado «gracias al esfuerzo de las empresas para adaptar su oferta de productos, canales de venta y operativa a una transformación permanente del mercado», en un ejercicio en el que cada día visitaron estos comercios unos 4,1 millones de clientes, el 22% de los hogares españoles. «De forma paralela, el comercio electrónico ha seguido ganando peso en la facturación y el número de clientes que compró por internet ya es el doble que antes de la pandemia», indican desde Anged.
Los gigantes del sector defienden además que no han trasladado al cliente la subida de costes experimentada en el ejercicio, especialmente a raiz de la crisis energética, problemas de abastecimiento y las tensiones en las cadenas de suministro globales.
«La fuerte escalada de la energía y materias primas básicas para la producción de alimentos (hasta tres dígitos para los cereales, fertilizantes, cartón, vidrio o plástico) tensionó al límite los costes de todas las cadenas de valor, provocando un alza de precios», reconocen. No obstante, indican que el precio medio de la cesta de la compra en productos de alimentación creció un 10,5% frente al 17,5% que subieron de media los precios a los que la distribución compra a la industria«.
Es decir, calculan que la distribución ha amortiguado en 6,8 puntos el encarecimiento de los productos que se elaboran. Algo que, en todo caso, los consumidores no han terminado de notar, con una cesta de la compra cada vez más cara.
En ese complejo entorno, las empresas de Anged alcanzaron una plantilla conjunta de 229.002 personas (sin contar las redes de franquicias), un 2,5% menos que en 2021. Y la patronal apunta directamente al efecto de la reforma laboral ante esa pérdida de empleo. «Si la flexibilidad introducida por el convenio de grandes superficies, junto con el recurso a los ERTE permitió a las empresas durante el covid adaptar la actividad a las restricciones, la reforma laboral de 2022 afectó al empleo de un sector con marcado carácter estacional», aseguran en su informe anual.