Jude Bellingham, jugador del Real Madrid, ha sido sancionado con dos partidos por el Comité de Competición debido a la roja que recibió en Mestalla por parte de Gil Manzano. Es la mínima sanción que el inglés podía haber recibido. El colegiado extremeño expulsó al futbolista tras el Valencia-Real Madrid por dirigirse a él de modo “agresivo” y recriminarle: “It’s a fucking goal (es un jodido gol)” en relación al tanto no concedido en la última jugada. El juez de la contienda pitó después de que Brahim centrase para el mediocampista, que anotó el que iba a ser el 2-3 de un encuentro movido.
Desde el club blanco plantearon una defensa basada en que Bellingham no insultó en ningún momento al árbitro. Ancelotti es quien le indica al inglés que ha sido expulsado tras la confusión. En la retransmisión del partido, por ejemplo, se da por expulsado a Lunin. El italiano obliga al jugador del Real Madrid a darle las explicaciones a Gil Manzano, que para entonces ya ha anotado en el acta que Jude se ha dirigido hacia él “en actitud agresiva y a gritos”.
Esa percepción es la que se mantiene a la hora de ejecutar la sanción, en base a lo aplicado en el artículo 127 del Código Disciplinario, que se refiere al “menosprecio o desconsideración” con el cuerpo arbitral. La sanción por este motivo podía ser de dos o tres partidos. Competición ha optado por el tramo inferior del rango en la que es la primera expulsión del jugador inglés en España.
Bellingham se perderá, por tanto, el partido frente al Celta de este domingo en el Bernabéu (18:30) y tampoco viajará a Pamplona para enfrentarse a Osasuna (sábado 16, 16:15). El jugador, que será titular ante el RB Leipzig esta noche en Champions no volverá a jugar con el Real Madrid hasta la visita del Athletic al feudo blanco del domingo 31 de marzo (21:00 horas). Por el medio habrá un parón de selecciones en el que se irá convocado con Inglaterra.
Gil Manzano avisó a los jugadores que tras el córner de la última jugada de Mestalla se acababa el partido. Sin embargo, se puso el silbato en la boca, se lo volvió a quitar, y después decretó el final del partido. Bellingham acabó expulsado en las protestas. “Es algo inédito. Nunca me ha pasado. Nos ha molestado la roja a Bellingham, porque no ha dicho ningún insulto. Le dijo en inglés: ‘It’s a fucking goal’. Es lo que pensábamos todos”, justificó Carlo Ancelotti en la rueda de prensa posterior al partido.