La Copa América de vela se estrena este jueves en Barcelona. Tras dos años y cinco meses desde la proclamación de la capital catalana como sede de la 37ª edición de la mítica competición deportiva y tecnológica, este mediodía se verán por fin volar los barcos frente al litoral. Llega el momento crucial para los cinco equipos desafiantes, que aspiran a arrebatar la Jarra de las 100 Guineas a los neozelandeses.
Emirates Team New Zealand ostenta el título de defensor y es, al mismo tiempo, el organizador del evento a través de America’s Cup Event (ACE). Su consejero delegado y reputado navegante, Grant Dalton, asistía ayer desde una posición discreta a la comparecencia de los timoneles de los seis equipos, que representan un club náutico pero también un país.
Dalton y los equipos están contentos con la acogida que les ha brindado Barcelona. La mayoría de ellos llevan meses, algunos hasta dos años, viviendo aquí. Pero la hora de la verdad es hoy, cuando después de tres años y medio sin competir con un AC75, un velero con ‘foils’ que puede alcanzar hasta 50 nudos (unos 100 km/h), se verán las caras en el mar.
Barcos siempre en evolución
Pero esos monocascos no son los mismos que la anterior edición de Auckland (Nueva Zelanda). Como recordaba el timonel de los kiwis, Peter Burling, externamente parecen iguales, pero por dentro son completamente distintos, porque la tecnología los hace evolucionar cada día. El ejército de ingenieros, diseñadores, informáticos o físicos que hay en cada equipo es enorme y nunca se dan por vencidos: el AC75 siempre es mejorable.
Esta circunstancia hace que, más allá del entreno físico de los ocho tripulantes a bordo de cada uno de ellos (cuatro de ellos ciclistas), una de las claves sea determinar quién ha logrado crear el mejor velero con hidroalas, una nueva generación en la náutica completamente diferente a lo que ocurría hasta hace poco, ya que se elevan sobre el mar como si se tratara de aviones.
Con barcos, deportistas y expertos así, la otra incógnita será saber cómo se comporta la caprichosa ola del Mediterráneo, mucho más difícil de prever que en otros lares. O el ‘garbí’, que ya ha jugado alguna mala pasada a equipos como el suizo (Alinghi Red Bull Racing), que ha roto dos mástiles en poco más de un mes.
La Copa, en octubre
Desde hoy y hasta el domingo los seis equipos se medirán en la tercera y última preliminar (antes hubo la de Vilanova y la Geltrú en septiembre y la de Yeda, en Arabia Saudí, en diciembre), una suerte de preámbulo a la Louis Vuitton Cup, que es la que dará un único ganador para luchar por el trofeo contra los neozelandeses en octubre.
Pero para eso faltan muchas semanas. Se trata de una competición larga y algo complicada de entender para los neófitos en la vela. No obstante, en la Copa América de Valencia, con dos ediciones en 2007 y 2010, la afición creció tanto entre el gran público que la mayoría era capaz de recitar los equipos o cómo estaba la clasificación.
Una de las formas de lograr este apego a la cita es acercarlo a la ciudadanía y el centro neurálgico será el ‘race village’, un espacio de 25.000 metros cuadrados en el Moll de la Fusta en el que se combinará el ocio, la cultura y la gastronomía con la difusión de las regatas en enormes pantallas pero, sobre todo, con personas que vayan explicando qué ocurre en el mar.
Amplia oferta lúdica
Desde las 12.00 horas y hasta las 22.00 horas, cada día hasta finales de octubre (excepto tres días de la semana que viene que no hay competición), la oferta de actividades será mayúscula: conciertos, charlas, exposiciones, presentaciones… con la voluntad de generar un polo de atracción sobre la Copa América en el Port Vell.
Con un aforo de 9.500 personas, el ‘race village’ no será el único espacio desde donde vivir las regatas, ya que hay dos ‘fan zones’ con pantallas en el Bogatell y la plaza del Mar, además de los miradores naturales como el Rompeolas, el Port Olímpic o las propias playas. Aunque se prefiere no hablar de visitantes previstos ya que es difícil de calcular, se estima que en los momentos clave como la Copa de octubre haya puntas de público con 100.000 personas.
Otro de los retos será la convivencia en este sector con la rutina barcelonesa. Estos días aún va a ralentí por las vacaciones estivales, pero, a medida que avance la competición, también se llenará la ciudad. El Ayuntamiento, junto con ACE, ha previsto un plan de movilidad específico y ha recomendado encarecidamente que se opte por el transporte público y la bicicleta o desplazarse a pie.
La mejor edición hasta ahora
La capital catalana ha insistido en que quiere ser la responsable de la mejor edición de la Copa América de vela, que tiene 173 años de historia y 36 citas previas. Con la exitosa celebración de los juegos olímpicos del 92 en la memoria, se aspira a demostrar la capacidad organizativa y el reclutamiento de hasta 2.300 personas voluntarias para colaborar en el evento es una muestra.
De momento otro de los aspectos más celebrados por ACE ha sido la sintonía con las administraciones y entre ellas. Por una vez no ha habido demasiados codazos ni afán de protagonismo, ya que todas ellas se han resguardado bajo el paraguas de la Fundació Barcelona Capital Nàutica, también junto a otros miembros del patronato como Barcelona Global, Turisme de Barcelona, Port de Barcelona y Cambra de Comerç de Barcelona.
Posibilidades de revalidar como sede
A esta complicidad entre organizadores se ha sumado también que las obras que se debían afrontar en el puerto desde el ámbito público y privado se han culminado a tiempo y con una inversión que ha superado los 120 millones de euros. La transformación del litoral de la ciudad es una realidad: era un tema pendiente y la Copa América ha servido de acelerador de esas mejoras.
Con esta carta de presentación y las buenas sensaciones previas se estrena hoy la competición, que podría alargarse 68 días. Hasta que no se proclame un vencedor de esta 37ª edición no se sabrá qué posibilidades hay de que la ciudad repita en la siguiente. Si revalidan la victoria los neozelandeses, vencen los suizos o hasta los británicos, hay posibilidades. Si lo hacen italianos, americanos o franceses es más complicado. Pero ninguno se quiere mojar de momento, por lo menos en esto. Solo les importa ir venciendo en las mangas, las ‘round robins’, las semifinales y finales. Empieza el espectáculo.
Suscríbete para seguir leyendo