Alemania ha organizado cuatro grandes torneos futbolísticos: dos Mundiales (1974 y 2006) y dos Eurocopas (1988 y 2024). Ganó el primero y espera renacer en el último, después de diez años de disgustos tras la conquista del Mundial 2014. No sólo por la necesidad de evocar un momento emblemático de su brillante historia tendiendo un hilo sentimental, sino por la devoción hacia un mito que lo ha sido todo, la ceremonia de inauguración no podía soslayar la figura de Franz Beckenbauer.
El capitán de 1974, nacido en Múnich, levantó la copa dorada mundial en el Olympiastadion, la sede de la final. El Allianz Arena, fundado en 2005, construido 9 kilómetros más al norte de la capital bávara, es ahora el punto de partida de la Eurocopa.
También las manos de Beckenbauer fueron las primeras en levantar la copa plateada en 1972. Fallecido el 7 de enero a los 78 años, fueron las manos de su viuda, Heidi Beckenbauer, las que transportaron el trofeo, acompañada por Bernard Dietz y Jürgen Klinsmann, los capitanes de los títulos de 1980 y 1996 mientras un vídeo reproducía imágenes icónicas del astro. Los jugadores, a continuación, comparecieron en el césped junto a la peana que sustentaba el trofeo Henri Delaunay.
Gala, y a cantar
Fue el fragmento de la ceremonia puramente alemana, pretendidamente emotiva, de un torneo con una vertiente internacional y que aspira a enganchar a las nuevas generaciones con música moderna y bailes. La famosa ‘Freed from desire’, de Gala, una canción ya instalada en los estadios deportivos, fue el pistoletazo de salida. Contrastaba la delicada voz femenina con los agrietados y desacompasados vozarrones masculinos mientras se extendía la lona con el logo y se desplegaba el mosaico en la grada.
La cuarta parte de la repleta grada del Allianz (70.000 espectadores) era escocesa. Se contaron, según algunas previsiones, casi cien mil aficionados británicos desplazados a Alemania. Uno de ellos, Craig Ferguson, llegó caminando a la Marienplatz después de 41 días de su partida desde Glasgow. La locura pretendía recaudar fondos para organizaciones benéficas de salud mental.
Ceremonia breve
Pero debía ser una fiesta global de luz y color, y la música contó con temas de artistas de diferentes países. Leony, Meduza y One Republic interpretaron ‘Fire’, el tema oficial de la Eurocopa.
Un cuarto de hora de inauguración breve, apenas un preámbulo, lejos de los fastos que diseña la FIFA en los Mundiales, ninguno como el de Qatar, donde no había límites presupuestarios.
La cuenta atrás se activó para el saque inicial. Un pelotazo largo de Alemania al área escocesa. Era el principio de un mes de fútbol. Pronto, muy pronto, se cantó el primer gol: lo anotó el alemán Florian Wirtz, la revelación del fútbol germano.