La euforia que ayer disparó más de un 2% al Ibex-35 se convierte este miércoles en moderación, con el selectivo cerrando con una tímida subida del 0,09% hasta los 9.360 puntos, presionado sobre todo por la caída de Inditex, uno de los valores con mayor peso en el parqué nacional.
En concreto, el gigante textil se deja un 2,5% hasta los 34,64 euros a media sesión, presionado por las peores ventas de lo estimado de otro de los grandes del sector, la firma de lujo francesa LVMH. Los ingresos de la compañía fueron en el tercer trimestre de 19.964 millones de euros, un 9% más que en el mismo periodo de 2022. La cifra es positiva; pero se queda muy lejos del crecimiento del 17% que registro entre abril y junio en términos interanuales.
La ralentización del crecimiento de las ventas ha golpeado a la compañía con una caída que en los momentos más tensos ha llegado a alcanzar el 6%, ejerciendo de lastre para todo el sector en Europa ante la evidencia de un menor consumo frente al boom experimentado tras la pandemia.
Dentro del parqué nacional, también se sitúan en la parte baja de la tabla Rovi, Cellnex o Repsol. Y otros valores que podrían estar acusando la huida del riesgo por parte de los inversores ante el conflicto de Gaza, como IAG, Meliá o Amadeus.
Los inversores también han seguido de cerca otras variables que estos días sirven de termómetro para evaluar en tiempo real el desarrollo de la guerra, como el precio del petróleo. De momento, el barril de Brent se mantiene en los 87 dólares, ligeramente por debajo de los 88 que superaba tras el estallido de la guerra. Por su parte, el West Texas estadounidense sigue en el entorno de los 85 dólares.
La calma también se mantiene en los intereses de la deuda, uno de los factores que más ha presionado a la Bolsa en las últimas semanas. Las recientes declaraciones de algunos miembros de la Reserva Federal (Fed) apostando a que no debería haber nuevas subidas de tipos ha desinflado los intereses de los bonos. Por ejemplo, la del diez años español cae un 2,3% este miércoles hasta el 3,80%, lejos ya del 4% que superaba la pasada semana.
«La probabilidad de alguna subida de tipos más se ha reducido. Por eso las rentabilidades de los bonos soberanos también. La clave será la inflación americana de este jueves, con la que debemos tener cuidado porque puede ponerse de manifiesto que ya le cuesta retroceder», indican los analistas de Bankinter.
Eso refuerza las voces que apuntan a que el objetivo del 2% se ha quedado desfasado y llegará un momento en el que los bancos centrales deban replantearse los mismos.