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La aldea abandonada de Málaga con 15 habitantes que casi nadie conoce


Andalucía es un destino ideal para quienes buscan escapadas rurales. Esta región, repleta de paisajes montañosos y hermosas costas, ofrece entornos perfectos para desconectar del bullicio de las ciudad y disfrutar de actividades al aire libre. Además, si nos dirigimos a un lugar que, incluso, está impregnado de historia, la experiencia adquiere un atractivo aún más especial.

Entre estos tesoros rurales escondidos en Andalucía se encuentra una pequeña aldea en Málaga, habitada por apenas 15 personas, que casi nadie conoce. Este lugar, con su encanto rústico y su atmósfera tranquila, se presenta como el destino ideal para disfrutar de una escapada memorable, ya sea durante unas largas vacaciones o un fin de semana. Hablamos de una aldea que, por encima de todo, ofrece la oportunidad de desconectar, perderse en medio de la naturaleza y disfrutar de la historia que la rodea.

El Acebuchal, una aldea escondida que casi nadie conoce

Nos referimos a El Acebuchal, una joya escondida en el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Esta aldea, que posee el blanco característicos de los pueblos de Andalucía, está situada en el término municipal de Cómpeta, en medio de un frondoso bosque de pinos, lo que le otorga un aire de pureza natural. Eso sí, para llegar a esta aldea perdida más fácilmente, lo ideal es recorrer un camino de tierra de un solo sentido que parte de Frigiliana, a unos ocho kilómetros de distancia, a través del cual se obtienen vistas espectaculares de los alrededores.


Uno de los callejones empedrados de El Acebuchal


elacebuchal.com

Rodeado de suaves cumbres, El Acebuchal ofrece un entorno ideal para los amantes del senderismo, con rutas que conducen a miradores desde los que se obtienen espectaculares panorámicas, como las que se pueden apreciar cerca del Cerro Lucero, a 1.720 metros. Además, su ubicación dentro de un parque natural enriquece la visita gracias a su variada fauna, entre la que se encuentran águilas, buitres, aguiluchos, zorros, jabalíes, tejones, ardillas y cabras montesas, entre otras especies.

La historia de El Acebuchal

Esta aldea casi fantasma invita a conectar con la naturaleza y disfrutar de un entorno único. Estos, al igual que la fascinante historia de El Acebuchal, son los grandes reclamos de este lugar, cuyo pasado refleja la resiliencia de sus vecinos. Hay que retroceder hasta el siglo XVII para observar los orígenes de esta aldea, que por entonces fue un importante punto de paso y descanso para los arrieros que viajaban entre Granada y Málaga. Sin embargo, su destino cambió drásticamente durante la Guerra Civil.


Antiguos vecinos de El Acebuchal, durante el siglo XX


elacebuchal.com

En 1948, las fuerzas franquistas obligaron a sus habitantes, que sumaban alrededor de 200, a abandonar el lugar por ser simpatizantes de la República y temiendo que brindaran apoyo a los guerrilleros o makis que se ocultaban en las montañas. Este exilio forzado llevó al abandono total de la aldea, dejando atrás toda clase de ruinas. Por ello, durante más de 50 años, El Acebuchal permaneció deshabitado, visitado solo por antiguos vecinos nostálgicos. Fue en 1998 cuando Virtudes Sánchez -descendiente de los primeros pobladores- y su marido Antonio García ‘El Zumbo’ -entusiasmado con la idea de restaurar la aldea- decidieron revivir este rincón olvidado. Juntos adquirieron 14 parcelas en ruinas y, con la ayuda de otros antiguos vecinos, comenzaron la reconstrucción.


Casa reconstruida en el Acebuchal, tras el abandono durante la Guerra Civil


elacebuchal.com

A pesar de que en 2003 las viviendas todavía carecían de luz y agua, poco a poco El Acebuchal fue recuperándose, transformándose en un atractivo destino turístico rural. Hoy en día, el esta pequeña localidad cuenta con 15 vecinos -la mayoría, extranjeros-, y alberga algunas casas rurales, un restaurante y su icónica capilla de San Antonio, ofreciendo un entorno privilegiado para quienes buscan tranquilidad y conexión con la naturaleza.



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