Kiat Lim no estará mañana en la Junta General de Accionistas del Valencia CF. El hijo de Peter Lim no viene. Una prueba más de la falta de compromiso de la propiedad. El máximo accionista ha abandonado el club y ni siquiera se preocupa de maquillar su imagen con la presencia en persona de su hijo en la ciudad como sucedió en 2022. Hace justo un año, el club presentó a Kiat como ‘heredero’ de su padre en busca de una segunda oportunidad. Doce meses después ya no queda nada de eso. Solo una larga lista de mentiras y falsas promesas. Los Lim ni están ni se les espera.
Kiat Lim comenzó a escenificar el papel de heredero a raíz de la final de Copa de mayo de 2022. El hijo del dueño fue el representante del Valencia en La Cartuja. «Aunque mi padre no puede estar aquí, espero estar aquí más a menudo en el futuro para representarlo», aseguró. Meses después, en el mes de agosto, fue nombrado nuevo consejero en una reestructuración de la entidad de Mestalla que devolvía la presidencia a Layhoon Chan. El Valencia potenció la figura de Kiat en diciembre con su presencia en su primera junta de accionistas y con un ‘tour’ por toda la ciudad cuyo objetivo era escenificar su desembarco en el club a todos los niveles de responsabilidad. En menos de una semana, Kiat se reunió con el entonces alcalde Joan Ribó en el Ayuntamiento para ponerse al día del Nou Mestalla, cenó con Miguel Ángel Corona y Gennaro Gattuso y visitó a los jugadores en la ciudad deportiva de Paterna.
La autoentrevista
La guinda fue una autoentrevista, como la de Layhoon al cierre del último mercado de fichajes, con un objetivo doble: pedir un voto de confianza a la afición «comenzando de nuevo desde cero» y lavar la imagen de su padre. Algo que no ha conseguido. Todo lo contrario. Su inacción y su discurso de aquel 14 de diciembre lo ha retratado durante todo el año. Kiat no ha cumplido nada de lo que prometió. Empezando por la decisión de reducir a 9 las acciones necesarias para acudir a la junta de mañana. «Con respeto a la historia y tradiciones del club, hemos decidido revertir al formato original para acceder a la Junta». Mentira. Como la del «compromiso» de su padre, su intención de «sumergirme en la cultura aquí» o su voluntad de «querer jugar siempre en Europa» o «comunicarse» y «conectar» con los aficionados. «Con esta reestructuración vamos a salir de esta situación mucho más fuertes que antes», finalizó. Meses más tarde, el equipo casi desciende a segunda división después de una negligente decisión de no reforzar la plantilla en el mercado de enero.
Mañana se cumple un año de aquella autoentrevista cargada de promesas sin cumplir. Kiat no ha vuelto a pisar Valencia desde entonces. Ni rastro. Ni siquiera ha demostrado implicación a través de las redes sociales aprovechando las victorias o las derrotas del equipo. Sus preocupaciones empresariales queda claro que son otras. Así lo demuestra en sus perfiles sociales. Su ausencia en la junta de mañana, desvelada por Cope, hace más grande el distanciamiento de Lim y confirma su falta de compromiso. El Valencia les importa poco o nada. Layhoon utilizó la presencia de Kiat en Valencia para defender el «compromiso» de la propiedad: «Si Peter Lim quisiera vender, su hijo no estaría aquí». ¿Qué nos dirá ahora?